Integrantes del Consejo Regional de Café de Coatepec pidieron a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Secretaría de Economía su intervención para que junto con la representación de los productores se revise el actual esquema de comercialización del café convencional y se terminen los abusos de las grandes compañías.
Asimismo, que se revisen y limiten las importaciones de café robusta “muy barato” y no se permita la entrada de café de mala calidad e incluso dañado. Además, no permitir que se venda como café productos con poco grano y un exceso de endulzantes y saborizantes que afectan también la salud de los mexicanos.
Recordaron que a principios de diciembre se pagaban no menos de 9 pesos el kilo de cereza en varias regiones cafetaleras de Veracruz y el quintal de café pergamino llegó a unos 2 mil 450 pesos.
“Se tenían expectativas de que los precios podrían aumentar debido a que se manejaba lo de una fuerte sequía en Brasil que afectaría la cosecha de Arábiga del 2021, además se tenía a nivel mundial más optimismo de que las nuevas vacunas ayudarían al control de la pandemia por Covid-19 y mejoraría la situación económica”, añadió.
Sin embargo, precisó que ahora los precios de café cereza están alrededor de los 8 pesos y el quintal de pergamino en alrededor de 2 mil 300 pesos.
“Los productores de café han hecho un gran esfuerzo por para recuperar la producción después de varios años de afectaciones por la Roya y además de que en las tres cosechas anteriores se tuvieron bajos precios”.
Para esta cosecha, añadió, se ha estimado una producción nacional de 4.2 millones de sacos y se esperaban mejores precios. Explicaron que en la baja actual de precios influye el que se tengan mayores lluvias en Brasil, el aumento del Covid-19 y las medidas de restricción en varios países y en México está afectando el esquema de comercialización del café convencional manejado por empresas trasnacionales y las importaciones de café robusta de muy bajo precio.
Expusieron que las importaciones de café robusta muy barato desplaza al café mexicano en el consumo nacional y una empresa como la Nestlé que domina las ventas de café soluble, tiende a vender presentaciones a muy bajo precio y en parte mezclando con saborizantes artificiales afectando también las ventas de cafeterías, restaurantes y otros puntos de venta que expiden café nacional de arábiga y a partir del tostado y molido.