Política migratoria separa a familias cordobesas en estas fiestas

Cuentan que sus hijos no pueden volver a su tierra por el temor de ya no poder volver a entrar a ese país

Roberto Téllez | El Sol de Córdoba

  · martes 20 de diciembre de 2022

Margarita cuenta que su hijo salió de casa en el 2010, con apenas 16 años de edad / Foto: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

Córdoba, Ver.- Las fiestas decembrinas son una oportunidad para que las familias se reúnan y puedan compartir momentos de reconciliación y recuerdos de lo vivido a lo largo del año, sin embargo, habrá familias, como la de Margarita y Adolfo, que este año tendrán una silla vacía en el comedor de sus casas.

Ambos tienen hijos viviendo en Estados Unidos desde hace ya varios años, pero no pueden volver a su tierra por el temor de ya no poder volver a entrar a ese país debido al endurecimiento de sus políticas migratorias, por lo que prefieren sacrificar el placer de verse con los suyos.

¿Desde cuándo se fueron sus hijos?

Margarita cuenta que su hijo salió de casa en el 2010, con apenas 16 años de edad y con el sueño de darle a su madre una mejor calidad de vida, desde entonces no ha podido regresar a su casa ubicada en la colonia Popular Lázaro Cárdenas y reencontrarse con su madre y sus dos hermanas.

“Hace 12 años que yo no comparto ni la Navidad, ni Fin de Año, ni cumpleaños con mi hijo por la cuestión migratoria, él no puede salir por el temor de no poder regresar por el tema migratorio, se fue de 16 años, ahora tiene 28 años y dos hijos allá, pero no puedo compartir fechas importantes con ellos”, comenta.

Y reitera que estas políticas migratorias han dividido a su familia, pues aunque aún tiene hijos en México, siempre hecha de menos al hijo que él falta y, que mientras no tenga a su lado seguirá pasando sus fechas importantes con una silla vacía.

Por su parte, Adolfo comparte que tiene 17 años que no ve a su hija que salió de su casa para buscar el llamado sueño americano y aunque tiene constante comunicación con ella y sus dos nietos, siempre siente la necesidad de tenerlos cerca, más en estas fechas de convivencia familiar.

“Tengo una hija y dos nietos allá, ellos no pueden venir por que allá están de ilegales y si vienen a México ya van a poder pasar de regreso, ya es muy caro regresar; los coyotes - personas dedicadas a transportar migrantes a Estados Unido - te cobran una buena lana y arriesgando que te agarre migra y te deporte”, explica.

Para ambas familias las fiestas navideñas son de nostalgia por la falta de uno, o varios de sus integrantes, y aunque la tecnología les ha permitido estar más en comunicación, nunca será lo mismo ver a sus familias a través de una pantalla que verlos en persona.