Córdoba, Ver.- Con cepillos, palas, agua y jabón decenas de familias llegan estas fechas de Día de Muertos para limpiar y decorar con flores y veladoras las tumbas de sus seres queridos, que según relata la tradición llegan el primero y se van este 2 de noviembre.
Conviviendo con sus muertos, las personas platican y ponen al día a sus padres, hijos o hermanos como si estuvieran ahí presentes, en alma o espíritu, según nos platica doña Pilar que cada año acude a visitar los panteones.
"Se dice que se quedan todo el mes, pero por si las dudas venimos hoy a ver a mi abuelita y a mi suegro, ellos nos visitan y deben encontrar bonito", explica mientras frota con fuerza el granito y cemento de la sepultura hasta sacar espuma y dejar reluciente de limpio.
Desde muy temprano las personas llegan con sus hijos para inculcar en las nuevas generaciones la tradición que hace famoso a México, el culto a los muertos, recordar con ofrendas y como si fuera una fiesta estas fechas que se remontan desde tiempos prehispánicos.
Hay personas que se ofrecen para limpiar las tumbas por unos 50 pesos o más, sin embargo la economía y en algunos casos la cercanía con sus seres queridos hace que las familias lleguen con todo lo necesario para embellecer y dejar como nuevas las tumbas.
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Una fiesta de colores, olores, flores y cruces es ahora el panteón particular de Córdoba que marca de una forma muy visible las clases sociales, mientras de un lado algunas ni lápidas tienen o solo son un cuadro de cemento con placas, del otro lado cruzando la calle están los que con más posibilidades económicas tienen para depositar el cuerpo de sus seres queridos en espacios con verde césped y hasta criptas especiales para las urnas de quienes decidieron cremar a sus difuntos.
