Hace una semana pasó el huracán y aún hay desesperación

El amanecer del 21 de agosto, fue muy duro para los papantecos, el panorama era solo uno: “destrucción”

Luis Xochihua | Colaborador | Diario de Xalapa

  · sábado 28 de agosto de 2021

Daños que dejo el Huracán Grace a su paso por Papantla / Foto: Cortesía | @H.AyuntamientoPapantla

Papantla, Ver.- Ya se han cumplido ocho días de que el huracán Grace tocó tierras veracruzanas, provocando con sus ráfagas de viento de más de 220 kilómetros por hora, severos daños a viviendas y cultivos en la zona norte del Estado, así como crisis en el sector alimentario, económico y en los servicios básicos, principalmente en el suministro de agua y energía eléctrica, que ha generado conatos de violencia en distintas colonias y comunidades del municipio, ante la desesperación que existe entre la población, que hoy más que nunca, se siente vulnerable.

Grace toca destructivamente

En Papantla, “Grace” dejó sentir su furia la noche del viernes 20 de agosto, la lluvia intensa comenzó a registrarse alrededor de las 21:00 horas, posteriormente, a las 22:00 horas fue cortado el suministro de energía eléctrica por la intensa tormenta, sin embargo, para las 11:30 iniciaba el vendaval, los techos de lámina en los hogares comenzaban a crujir, como avisando a las familias que era tiempo de huir, no obstante, hasta ése momento, todos permanecieron en sus domicilios.

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A las 00:00 horas, los vientos se intensificaban, los primeros techos comenzaron a desprenderse, tanto en la cabecera municipal como en las comunidades, el pánico comenzaba a cundir, ya que entre la oscuridad y la violentísima tormenta, los fuertes sonidos del viento se equiparaban a los gritos desesperados de las familias que estaban perdiéndolo todo, unos pedían auxilio, otros daban instrucciones para salvar sus pertenencias en medio del caos.

Así, dieron la 01:30 de la madrugada del sábado 21 de agosto, cuando llegó aparente calma, que duró unos 40 minutos, era el ojo del huracán que surcaba por los oscuros cielos del Imperio del Totonacapan, y fue en ése momento que se comenzaron a ver luces de las lámparas en algunos cerros de la ciudad, siendo de elementos de Protección Civil en sus intentos de poner a salvo a las familias afectadas. La tregua duró poco, ya que de nueva cuenta, la lluvia y los vientos, azotaron con mayor violencia, siendo éste segundo embate el más destructivo, y no paró hasta casi las 05:00 de la mañana.

Después de Grace

El amanecer del 21 de agosto, fue muy duro para los papantecos, el panorama era solo uno: “destrucción”. La población amaneció prácticamente incomunicada, no había energía eléctrica, a causa del sinnúmero de postes de la red eléctrica que cayeron y transformadores que explotaron, el suministro de agua también fue cortado ante daños y el nivel del río Tecolutla, la señal de telefonía celular y de internet estaban muertas.

Al prever una posible crisis, miles de papantecos acudieron a surtirse de alimentos en medio de un escenario casi apocalíptico en la zona centro, con negocios destechados, espectaculares derribados, láminas en las calles, situación que algunos comerciantes aprovecharon para sacarle provecho económico abusando de la necesidad de la gente. El tomate fue ofertado hasta en 35 pesos el kilo, cuando antes de la contingencia se vendía en 15 pesos, igual pasó con el huevo, que pasó de los 35 pesos a 45 pesos el kilo.

En el caso de la tortilla y la masa, los consumidores no pudieron tener acceso hasta por la tarde, pues no había energía eléctrica, lo que ocasionó largas filas de personas que estaban a la espera del alimento; ante la demanda, las tortillerías y molinos, tomaron la decisión de vender un kilo del producto por persona, y contrario a los que se manejó en un principio, el precio se mantuvo, de hecho, hubo algunas tortillerías que tomaron la decisión de bajar su costo, de 21 a 13 pesos el kilogramo.

Fue la zona centro en donde se restableció la energía eléctrica, para evitar que la carne refrigerada en los mercados municipales se descompusiera, lo que benefició a los comercios de una parte del primer cuadro de la ciudad, principalmente, a los baños públicos ubicados en un edificio particular que se encuentra a un costado del Palacio Municipal, y que cuenta con el servicio eléctrico gratuito de conexiones para cargar celulares, donde también hubo interminables filas durante los primeros días después de Grace, sobre todo el domingo que se restableció la señal celular en una parte de la ciudad.

Debe hacerse mención, que algunas de las personas que esperaban recargar su celular, pidieron el apoyo en algunos negocios aledaños, en donde si les cobraban por el uso de las conexiones entre 15 y 35 pesos la hora, y ante tal situación, otros establecimientos hacían la invitación al público en general a sus comercios para hacer sus recargas gratuitamente.

La magnitud del desastre

Para el lunes 23 de agosto, comienzan a saberse noticias de las comunidades y eso por las redes sociales, la cual fue invadida de imágenes desoladoras, hogares totalmente destruidos, casas destechadas, muebles, electrodomésticos totalmente desechos, caminos obstruidos, un sinfín de árboles derribados, cosechas totalmente perdidas, rostros de desesperación, decenas de historias de familias que lo perdieron todo, escenario que se repitió a lo largo y ancho de las 158 comunidades de Papantla.

Infortunadamente, no hubo, ni antes ni después, respuesta inmediata por parte de los tres órdenes de gobierno, los papantecos fueron dejados a su suerte, a contrario de años anteriores, no hubo presencia militar y de otras corporaciones en las calles, previo y durante la catástrofe, no hubo las acostumbradas imágenes de los valerosos militares rescatando a los adultos mayores y niños durante la tormenta, no había embodegadas despensas, colchonetas o láminas listas para distribuirse inmediatamente, no hubo nada.

Preliminarmente, las autoridades municipales de Papantla, estimaron que alrededor de 18 mil a 20 mil hogares, fueron dañados por Grace, aunque, existe la especulación que pudieran ser más, pues todas las 158 comunidades reportan casas destruidas o destechadas, apenas éste jueves 26 de agosto, a 6 días del desastre, el Gobierno Federal inició un censo para calcular áras siniestradas de cultivos.

Tarde, pero llegó "algo de ayuda"

A media semana, el miércoles 25 de agosto, llegaron los primeros apoyos a Papantla, primeramente, la SEMAR, instaló un comedor comunitario en los terrenos de la feria, para ofrecer almuerzos, comidas y cenas, de manera gratuita a los damnificados por Grace de ésta cabecera municipal, con capacidad de otorgar 1 mil 500 platillos al día, misma que entró en funciones inmediatamente.

Por otro lado, el Gobierno federal, envió una unidad móvil con una Planta Potabilizadora y Purificadora Portátil, que se instaló a las afueras de las oficinas de la CAEV en Papantla, con la cual se dota del vital líquido a quien lo necesite, con un límite de 5 garrafones de agua por familia, al día, suministra entre 350 y 400 recipientes.

Quienes si han realizado esfuerzos sobrehumanos, ha sido el personal de la CFE de éste distrito, que son apoyados por sus compañeros de otras centrales, principalmente del centro del país, que ponen todo su empeño para restablecer el servicio en la ciudad y las comunidades, aunque hay mucho trabajo por hacer, y en medio de ello, han tenido que afrontar algunos obstáculos, principalmente, la inconformidad de vecinos de algunos sectores, como las colonia Emiliano Zapata, Morán Veliz, de comunidades como Morgadal, que se han manifestado y hasta han gestado bloqueos para exigir les suministren la energía.

Aunque también es importante destacar, que existen otro casos, como el suscitado en la comunidad Emiliano Zapata, donde sus habitantes se unieron a los empleados de la CFE para derribar árboles, levantar postes, para poder así, restablecer el servicio de energía eléctrica en ésa localidad.

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A ocho días del paso destructivo de Grace, la situación no ha cambiado mucho, aún en la ciudad hay varias zonas que siguen en penumbras, el servicio de abastecimiento de agua se ha retomado gracias a los esfuerzos por parte de la CAEV, a cargo de Ernesto Posadas Ferral, aunque la situación en las comunidades cada vez se torna más desesperante, principalmente en las que fueron más afectadas, como Cerro del Carbón, Volador, Polutla, Serafín Olarte, San Pablo, Caristay, Martinica, Tres Naciones, Agua Dulce, Porvenir 1, Pueblillo, Joloapan, Gustavo Díaz Ordaz, Río Claro, Rancho Playa, Reforma, y varias más