Córdoba, Ver.- En voz de sus compañeros de trabajo, el cabo Rafael Díaz Reyes fue descrito como una persona trabajadora, responsable y un buen hombre, desde el inicio de su carrera como bombero desde 1983 y las guardias de los sábados a partir de 1985 eran su trabajo. Hoy fue despedido sus compañeros los bomberos.
Una mesa blanca con una vela, así como los bomberos que lo conocieron, esperaban en el cuartel de este grupo de voluntarios. Las sirenas del gran camión rojo así como las de las camionetas, motocicletas y carros particulares arribaron al Cuartel, donde acompañaron al Cabo Díaz Reyes por un recorrido en la ciudad de Córdoba donde prestó más de 30 años de servicio.
En uno de los camiones de Bomberos fue llevado el féretro del cabo Rafa o “Bala de Plata”, como era conocido en sus guardias de los fines de semana, acompañado de 4 bomberos más fue como llegó por última vez al lugar donde pasó varios años de su vida.
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En voz del capitán de bomberos de Córdoba, Ricardo Meneses Aguilar, recordó que a título personal, desde su infancia conoció al Cabo Díaz y por consiguiente a su esposa, sus hijos y familiares pues convivió con él cuando coincidieron como vecinos en las casas de la avenida 8.
A través de una pequeña semblanza, el cabo cordobeses nació el 24 de octubre de 1958, cursó sus estudios escolares llegando a nivel media superior teniendo como oficio lo radiotécnico y reparación de antenas, sin embargo, el primero de septiembre de 1983, a los 28 años de edad, ingresó al cuerpo de bomberos con el grado de aspirante a bomberos.
En octubre de 1985 ascendió al cargo de bombero donde desempeñó sus guardias los días sábados de ese año a la fecha. El 22 de agosto del 2019 subió al cargo de Cabo.
“Rafael era un hombre sencillo y de sentimientos nobles, cordial en su trato y obediente en su desempeño como bombero, te extrañaremos hermano bombero, que nuestro creador te reciba con la alegría y que de paz a tu familia y amigos, descansa en paz Bala de Plata”.
Luego de las palabras, el pase de lista fue dado por última vez para el Cabo y al unísono por tres ocasiones la palabra “presente” dicha por sus compañeros retumbó en las paredes del inmueble, momento en el cual sus familiares presentes derramaron más de una lágrima, pues no solo fue un bombero cordobés, sino que fue esposo, padre, hijo, hermano y abuelo.
Se activaron las sirenas de la estación y las del camión de bomberos donde su féretro era trasladado, fue así como el homenaje de cuerpo presente terminó y antes de subir nuevamente al vehículo uno de sus familiares se acercó al micrófono a dar unas palabras de agradecimiento a los bomberos.
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“Cuando llegaba a la casa jamás llegaba con quejas de su trabajo, hablada de todos, gracias por este homenaje para él”.
Díaz Reyes falleció días antes de su cumpleaños número 63 a causa de una enfermedad que no fue confirmada por alguno de sus familiares, su labor quedará presente en sus compañeros bomberos, así como en los bomberos de nueva generación y con los que pudo convivir y tener un intercambio de palabras.
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