La clase trabajadora resiente la recesión económica

Hay datos duros que nos dicen que la realidad puede ser muy diferente, aunque alguien la niegue; aseveró el vocero de la Diócesis de Orizaba.

Mayra Figueiras Hernández

  · sábado 20 de julio de 2019

Fotos: Miguel Castillo

Orizaba, Ver.- La realidad no se puede establecer por decreto, hay verdades objetivas, palpables, datos duros que nos dicen que la realidad puede ser muy diferente, aunque alguien la niegue; aseveró Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.

Al referirse a la situación económica que resiente la población que expresa las dificultades que atraviesa, a pesar de que el gobierno a nivel nacional diga que la economía es estable, dijo: “en nuestro caso basta ver, conocer y escuchar la realidad de las familias que sienten en el bolsillo la recesión”.

Agregó que es cierto que hay productos que temporalmente suben de precio, por ejemplo, los agrícolas; pero es cierto también que el poder adquisitivo de las familias, de la clase trabajadora “están resintiendo una rescisión, se ve en los empresarios que dicen, mi producción se tiene que reducir porque tengo menos demanda; en los comerciantes que están vendiendo menos de su producto o servicio. Aunque se niegue eso es una recesión”, subrayó.

Recordó que esta situación se presentaba generalmente por el mes de septiembre y se le conoce popularmente como “la época de la guayaba”, sin embargo, transcurre apenas el verano, cuando se supone que se reactivaría la economía por el período vacacional, por el consumo de productos de servicios turísticos y la gente no tiene dinero.

Vemos familias que antes podían tomarse uno o dos días de vacaciones fuera de la ciudad que hoy están tomando otro tipo de decisiones, en primer lugar, objetivamente si se percibe la recesión; en segundo lugar, vamos a ver, una enfermedad negándola no desaparece, hay que tratarla

Utilizando una metáfora dijo:

Sabemos que en el proceso de la enfermedad hay distintas reacciones, los que se enojan porque están enfermos, los que niegan su enfermedad y no la creen, los que se deprimen por la enfermedad, los que a lo mejor entran en proceso de negociación y los que aceptan y empiezan la terapia para ayudarles; en este caso, sea un catarro o se prevea una influenza económica, negándolo no vamos a solucionarla, enojándonos tampoco; entonces, que se empiecen a establecer las medidas pertinentes; nos lo están advirtiendo muchos economistas de talla nacional e internacional, se deben tomar las medidas pertinentes para evitar una recesión grave en nuestro país que nos lleve a una crisis económica fuerte