No alarmarán a feligreses respecto al coronavirus

Domingo Ortiz dijo que la iglesia permanecerá en "silencio" para no alertar a la ciudadanía

Guadalupe Castillo | El Sol de Córdoba

  · domingo 26 de enero de 2020

Foto: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

Córdoba, Ver.- Permanece la iglesia en "silencio" para no alertar a la ciudadanía sobre el coronavirus, dijo el padre de la Inmaculada Concepción, Domingo Ortiz,

Luego de que la Secretaria de Salud emitiera las recomendaciones sobre la prevención del coronavirus, una de estas es no saludar de mano, una costumbre marcada dentro de la iglesia católica como símbolo de paz.

Ante esto, Ortiz dijo que los casos detectados del virus en México han quedado descartados y en el estado no se tiene alerta, por ello para no generar pánico en la ciudadanía seguirán de forma normal y sin emitir mensajes al respecto.

Por el momento no tenemos a ciencia cierta si está el virus en México o en algunos de los estados, en este caso Veracruz, por tanto la iglesia se mantiene en un silencio porque no podemos alertar de algo que no sucede

En dado caso de tener alguna alerta en la República y principalmente en el estado, se realizaría una reunión con el Consejo Presbiteral en conjunto con el Obispo de la Diócesis de Córdoba y su Coadjutor.

En otro tema, Ortiz Medina opinó sobre la reforma al Código Civil y recordó el exhortó que hizo el Papa Francisco respecto a la alegría del amor, y en ella indicó que toda personas sin importar su orientación sexual debe ser respetada en su dignidad.

“Es claro y seguimos el pensamiento, las uniones del mismo sexo no se pueden equiparar al matrimonio ya que ninguna unión esta cerrada a los fines del matrimonio que es la unidad, fidelidad, amor”.

Por otro lado, el padre de la Inmaculada Concepción, opinó sobre la propuesta que los diputados de Morena realizaron sobre el doble castigo a los sacerdotes que cometan abusos contra lo menores de edad, “todo sacerdote que incurra en estos casos, deben antes que nada comparecer ante el derecho canónico , la pena que le da la iglesia por el acto”.

Cuando el sacerdote incurre en estos actos, se le pone una pena eclesiástica, la cual es quitar las licencias ministeriales, es decir, no puede ejercer el ministerio.

Ante el cuestionamiento si se han dado casos de esta índole en la diócesis de Córdoba, dijo que a nivel nacional se tiene una lista la cual se ha dado a conocer, “hay casos que se dan pero cuando viene el desahogo de pruebas en materia jurídica no esta la persona que hace le indicativo del delito entonces al no haberse se cierra carpeta, pero si la personas que es indicativa, señala, tiene las pruebas fehacientes, tiene que apelar a la culpa”.