Valores, hábitos y rutinas, son las acciones que la Terapia Ocupacional estudia en los jóvenes que son padres a temprana edad, informó Silvia Martínez Zárate, licenciada en terapia ocupacional en el Hospital General de México “Eduardo Liceaga”.
Con más de 30 años de trayectoria, Silvia Martínez mencionó que la terapia ocupacional se basa en modelos de intervención y modelos de ocupación humana, es decir, viendo el valor y hábitos de las personas, en casos específicos de los jóvenes, se trata de implementar estos modelos en ver qué los llevó a embarazos a temprana edad.
Dijo que lo importante con la terapia ocupacional, es darle al joven un rol de padre y ver qué va a pasar con ese niño, que cuida a otro niño, y que sepa hacer ante estas situaciones que superen su realidad.
Otros factores como el Bullying o violencia en casa son factores para que la terapia ocupacional entre como ayuda a los padres que son jóvenes, ya que el bullying es uno de los contextos familiares que se repiten ya sea porque en casa son violentados.
Nosotros incidimos para que esos niños vean su valor, y qué les gustaría hacer para que reciban el apoyo, hacer gestiones e influir en la familia o gestionar políticas para evitar esta situación de ser padres a temprana edad
Martínez Zárate, expresó que existe un porcentaje preocupante de niños que son padres de familia al finalizar su etapa infantil, “los embarazos no deseados están a un porcentaje similar a 1997 cuando no existían preservativos de cuidado sexual”.
Por otro lado, Martínez dijo que la alteración humana viene desde los factores biológicos, sociales, culturales y emocionales y estos siendo más frecuentes en personas con capacidades diferentes.
Asimismo, añadió que el estrés es un factor de alteración importante ya que este condiciona la perdida de objetividad y autoestima, “sino tengo trabajo me veo afectado en la actualización y eso repercute porque tengo menos capacidad de competencia con el resto”.
En otro tema, la especialista en terapia ocupacional acudió a las conferencias por parte del Hospital de zona número 8 de la ciudad de Córdoba, involucrándose en el tratamiento integral del niño prematuro, así como estudiar y apoyar a los padres que tenían expectativas altas para sus hijos.
“Trastoca el miedo de los padres, esto provoca perdidas de seguridad, familia, trabajo, ya que la madre debe de estar al pendiente”, dijo.