Orizaba, Ver.- La búsqueda para las familias de Paola Itatí y José Francisco, jóvenes que desaparecieron el 16 de junio pasado en Río Blanco terminó este jueves, al encontrar sus cuerpos en los límites de los municipios de Nogales y Ciudad Mendoza. El dolor por la pérdida de un ser querido alcanzó a dos hogares más de la zona de las Altas Montañas.
La desaparición de personas en esta región es una constante que mantiene en zozobra a cientos de familias que buscan afanosamente a sus hijos, hijas, esposo, esposa, hermano, hermana, con la esperanza de encontrarlos y vuelvan a casa.
Tras la desaparición de ambos jóvenes, las mamás de Paola Itatí, de 21 años y de José Francisco, de 30, ambos residentes del municipio de Río Blanco presentaron la denuncia correspondiente en la Unidad Integral de Procuración de Justicia y, a la par, con sus propios medios comenzaron la búsqueda.
Su preocupación y dolor aumentó con el paso de los días, pues las autoridades no les informaban sobre el avance de la investigación. Por ello se manifestaron en dos ocasiones en distintos puntos de la zona.
Familiares de Paola y Francisco bloquean calles durante manifestación
El domingo 19, tres días después de que Paola Itatí y José Francisco fueron sustraídos del domicilio de la joven, familiares y amigos de ella bloquearon la Avenida Juárez, a la altura del entronque a la autopista, (cerca de donde fueron encontrados sus cuerpos este jueves), y con pancartas en las que se leía: “Te buscaré hasta encontrarte”, “Paola, tu familia te espera”, exigieron a las autoridades agilizar la búsqueda de la chica.
Pocos días después, el miércoles 22 nuevamente se manifestaron, pero en esta ocasión lo hizo también la familia de José Francisco, a la altura de los Arcos de Río Blanco, donde su mamá, quien llegó de Tuxtepec, de donde son originarios, exigió a las autoridades que buscaran a su hijo.
“Investiguen y hagan justicia a Francisco”, “Estoy en busca de mi primo, ayúdenlo a regresar a casa”, fue la petición que hicieron sus familiares.
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Ambas madres, reconocieron entonces, que bloquear la carretera no era la solución, pero sí la única forma de que las autoridades y la población visibilizaran su dolor y junto con ello, la falta de empatía y respuesta de las autoridades correspondientes.
Este jueves, la búsqueda de ambas familias terminó y, aunque el dolor por la pérdida de sus hijos sea difícil de superar, sabrán que ahora Paola y José Francisco descansan en paz.
Nota publicada en El Sol de Orizaba