Córdoba, Ver. - Afecta a niños y niñas con discapacidad no continuar con sus terapias artísticas, pues con ellas expresaban sentimientos o malestares, desafortunadamente no todos los menores tratados son aptos para las clases online mencionó Marisol Solis, profesora de arte en Pintura de la ciudad.
Específicamente los niños con autismo son los que se les complica hacer una clase a través de las plataformas digitales, pues estando en forma presencial, imitaban lo que la profesora realizaba y con su apoyo iba corrigiendo posturas erróneas o acciones malas, que esto les inculca disciplina y enseñanza a través de la pintura.
"Resulta bastante controversial, pues debemos de seguir practicando con los papás, los menores ya tenían un avance grande de años y con esto de la pandemia y las nuevas clases no es lo mismo, tratamos de acostumbrarnos a modificar ciertas cosas, pero con algunos no llega a funcionar".
La Pintora cordobesa expresó que de sus 20 alumnos presenciales en el taller de pintura que imparte, únicamente 4 son los que están con las clases virtuales, "aquí importa mucho la participación de los padres, al menos con los pequeños que padecen autismo llegan a desesperarse y se levantan del lugar por ello es importante que los padre se hagan partícipes de esta actividad".
Añadió que, "realmente no se puede, es difícil para ellos, me quedé con una pequeña de 3 años, una con síndrome de Down y otros dos niños más, me dicen que si ya puedo abrir pero les digo que no, que vamos a esperar baje el semáforo".
Laborando únicamente con un porcentaje bajo, entiende la situación económica que están pasando los padres de sus alumnos, porque le han echo saber que los niños y niñas gustan de seguir con las clases, sin embargo y pese al precio bajo de sus clases, no todos tienen los recursos para acudir a las clases.
Al bajar su matrícula de alumnos para clases de pintura online, Marisol Solis optó por abrir una página de Facebook llamada "Sorpresas con Arte" y en abril empezó a laborar pintando cajas de regalo con paisajes, así como abanicos, bolsas, sombreros y cubrebocas.
"Lo más fuerte fue en el día de las madres y el día del padre, se trata de no dar caro pues ahora vemos ayudar a dos sectores, a nosotros quienes hacemos la manualidad y a las personas que compran para que lo vuelvan a hacer".
Señaló que esta labor la hace en conjunto con una de sus alumnas, quienes tiene tiempo y a su corta edad posee un talento grande para el arte.
Con un pequeño stand en la plaza 30 Caballeros y dando precios accesibles es como hace de su talento y enseñanza, un trabajo más estable debido a la pandemia de Coronavirus.
"Llegamos a sacar 800 pesos a la semana más o menos, es algo bueno para nosotras y vamos poco a poco con la esperanza de volver al taller y seguir dando clases a los niños con capacidades pues se hace difícil verlos y con lo afectivos que son no poder corresponderles el abrazo".