Entre el 2020 y 2021 fueron asesinados 117 periodistas alrededor del mundo, la cifra más baja desde que inició el conteo en 2008, pero de los que en el 86 por ciento de los casos permanece la impunidad, denunció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
En su más reciente reporte publicado en el marco del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas celebrado el miércoles pasado, la Unesco resaltó que 2021 fue el año con menos periodistas asesinados en los últimos 14 años, con 55, pero lamentó que la cifra de mujeres comunicadoras ultimadas pasó del seis al 11% con respecto al 2020. Hasta ahora, en 2022 se han contabilizado más de 70 homicidios.
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Órganos internacionales como la propia Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han urgido a gobiernos como el mexicano a no sólo generar acciones para evitar que crímenes de este tipo sigan ocurriendo, sino que además garanticen la no repetición y erradiquen la impunidad, pues son las principales razones por la que se siguen perpetrando los homicidios contra los comunicadores.
Al respecto, la Unesco señala que “la impunidad por los crímenes cometidos contra periodistas sigue siendo extremadamente alta”, ya que apenas el 14 por ciento de los homicidios se considera resuelto por los propios países.
Sin embargo, destacó que en los últimos años sí ha habido un ligero retroceso en la impunidad de la que estos delitos gozan, ya que desde 2018 la tasa pasó del 89 al 86 por ciento y desde hace 10 años la cantidad de homicidios sin castigo se ha reducido en nueve por ciento, que si bien es poco la Unesco lo ve como un avance que hay que mantener y mejorar alrededor del mundo.
Por la cantidad de homicidios, la región con más asesinatos sin resolver es América Latina y el Caribe, donde México encabeza la lista con al menos 19 periodistas asesinados entre 2020 y 2021, casi la misma cifra −14− de los crímenes que han ocurrido durante este 2022 y que la organización civil Reporteros Sin Fronteras calificó como el año “más mortífero” para ejercer el oficio.
Destaca que al igual que sucede con México, país que oficialmente no está en una guerra declarada, en el mundo la mayoría de los periodistas asesinados, el 64 por ciento, trabajaban en países con esta característica, es decir, en territorios en paz oficial.
La Unesco también expuso que muchos de las y los periodistas asesinados mundialmente fueron atacados en las inmediaciones de los medios en los que trabajaban, aunque la mayoría de ellos fueron ultimados en su hogar o en su traslado hacia éste.
En línea con lo anterior, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, urgió a los países a “poner fin a una cultura común de impunidad y permitir que los periodistas hagan su trabajo esencial”, pues consideró que la labor de los reporteros es vital para una democracia funcional.
El que no haya libertad de expresión, el aumento de la desinformación, el acoso en redes sociales y los discursos de odio, son factores que “sofocan a los trabajadores de los medios en todo el mundo”, agregó.