Francia vive una crisis inédita de confianza, situación que se agrava por la creciente impopularidad y la falta de credibilidad del presidente Emmanuel Macron, según las conclusiones de la investigación anual del instituto Cevipof.
En plena crisis de los “chalecos amarillos”, los resultados del trabajo del Centro de Estudios de la Vida Política Francesa (Cedipof) revelan un nivel sin precedentes de decepción en las instituciones y sus dirigentes.
“Es un verdadero tsunami de desconfianza”, se asombró el investigador social Bruno Cautres, frente a las conclusiones de ese estudio: solo 31% de la opinión pública cree aún en su diputado, 25% en el actual primer ministro y 23% en el presidente de la República. En cambio, los franceses depositan su confianza en los hospitales (78%), las pequeñas empresas (78%), las fuerzas armadas (74%) y la policía (74%), mientras que la justicia llega en octavo lugar (44%), la iglesia en décima posición (38%) y los sindicatos en 12ª (27%). Cierran la lista la prensa (23%), las redes sociales (13%) y en último lugar los partidos políticos (9%).
Peor aun: 37% admite que desconfía de la política y 32% experimenta un sentimiento de “repugnancia”. Solo 9% manifiesta “interés”, 5% “esperanza”, 2% “respeto” y 1% “entusiasmo”. La gran mayoría tampoco acuerda mayor credibilidad a las estadísticas oficiales, sobre todo las de carácter económico: ninguna categoría obtiene más de 38% de confianza.
Eso explica que, para 70% de la opinión pública, la democracia en Francia “no funciona bien” y solo 27% considera que “funciona bien”.
Al mismo tiempo, 85% cree que los responsables políticos “no se preocupan de lo que piensa la gente”.
La magnitud de esas cifras traduce un “malestar mucho más grave y más profundo” de lo que muestra la crisis de los “chalecos amarillos”. “Hay placas tectónicas que están trabajando en las profundidades de la sociedad y que, en cualquier momento, pueden provocar un terremoto seguido por el estallido de un volcán social”, estimó el profesor Marcial Foucault, director del Cevipof.
Otros aspectos muestran la amplitud que alcanzó la crisis en el país, como la creencia de que “la economía actual beneficia a los empresarios y perjudica a los que trabajan” (72%), “hay demasiados inmigrantes en Francia” (60%), “hay que restablecer la pena de muerte” (46%), los “desocupados no se esfuerzan en buscar empleo” (46%) y “hay que suprimir el matrimonio homosexual” (23%).
“El sentimiento de ser víctimas de una injusticia alimenta la desconfianza”, sintetiza el profesor Foucault.
Apenas 6% de los interrogados tienen un claro sentimiento de pertenecer a Europa y 11% al mundo entero. Esas cifras representan un nivel inquietante de falta de identificación con la Unión Europea (UE) a apenas cuatro meses de las elecciones legislativas para renovar el Parlamento Europeo.
Con respecto a los “chalecos amarillos”, el estudio del Cevipof muestra que 31% de la opinión les acuerda un “apoyo total” y 29% los respalda con reservas. Esas cifras marcan un retroceso de 10 puntos que traduce un rechazo a la escalada de violencia de las últimas semanas.
Las conclusiones de ese estudio coinciden con otro sondeo realizado por el instituto Elabe para la cadena de informaciones BFMTV, según el cual 70% de los franceses estima que el gobierno de Macron es “responsable” de la ola de violencia de las últimas manifestaciones.
Por lo demás, 41% tiene la “intención de participar, de una u otra manera”, en el gran debate nacional organizado por Emmanuel Macron en respuesta a la crisis de los “chalecos amarillos”. Un porcentaje equivalente se rehúsa a intervenir en ese ejercicio que, a su criterio, “no servirá para nada”.
