El máximo tribunal venezolano dio marcha atrás este sábado aadjudicarse las facultades del Parlamento dominado por laoposición, luego de que la medida desatara divisiones dentro delchavismo y fuertes críticas de la comunidad internacional.
Acusado de servir al gobierno, el Tribunal Supremo de Justicia(TSJ) "suprimió" partes de dos sentencias, incluido un punto queconfería amplios poderes al presidente Nicolás Maduro.
La decisión resultó de un acuerdo entre los representantes delos poderes públicos -excepto el Legislativo- convocados porMaduro para zanjar diferencias horas después de que la fiscalgeneral, Luisa Ortega, cercana al chavismo, denunciara que losdictámenes del TSJ suponían una "ruptura del ordenconstitucional".
Pero el acuerdo no convenció a la oposición.
"No ha habido cambio, el golpe de Estado continúa", dijo elpresidente de la Asamblea, el opositor Julio Borges.
"La sentencia es la culminación de un golpe de Estado que no secorrige tachando un párrafo", subrayó durante una concentraciónde opositores en Caracas.
El presidente del TSJ, Maikel Moreno, negó por su parte que losdictámenes hayan "despojado al Parlamento de sus funciones, asícomo tampoco lo han disuelto o anulado".
En un comunicado leído ante representantes del cuerpodiplomático, Moreno sostuvo además que el TSJ "reconoce lainmunidad parlamentaria como garantía de la actividad legislativa,con las limitaciones" que fija la Constitución.
El pasado martes, el TSJ ya había asestado un golpe a laAsamblea al retirar la inmunidad de los diputados, lo que abrió laposibilidad de enjuiciarlos incluso ante tribunales militares.
El TSJ declaró en desacato al Legislativo en enero de 2016,debido a la juramentación de tres diputados opositores acusados defraude electoral.