CHILAPA. El obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, pidió a todos los clérigos portar símbolos como alzacuellos y rotular los vehículos en que se transporten con emblemas de la Iglesia Católica para reforzar su seguridad. Esto, después del ataque que sufrió el sacerdote Felipe Vélez Jiménez la semana pasada cuando entraba a Chilapa, en su ruta al seminario.
“Yo tendría que obligar que traigamos el alzacuello o un signo religioso, verdad, y los vehículos también estén rotulados. Si nos confunden pues que nos confundan porque ya la traen, pero que no nos vayan a confundir por equivocación”, mencionó el obispo.
Lee también: El país está enfermo y es responsabilidad de todos buscar la paz: Basílica de Guadalupe
Sus comentarios se dieron al finalizar una misa en el marco de la jornada para pedir por la paz en México, después del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui el pasado 20 de julio.
González Hernández añadió que Felipe Vélez se encontraba delicado de salud porque no había podido ser intervenido quirúrgicamente, y que ya había sido traslado a Cuernavaca, en Morelos.
“Guerrero tiene un corazón bueno que hay que regarlo nada mas, hay que regarlo con buena agua, con buena paz, con buen espíritu, que le llegue al corazón de los guerrerenses”, dijo el prelado.
En el zócalo de la ciudad, el obispo ofreció la misa a las víctimas de la violencia, a las personas desaparecidas y recalcó que es complicada la situación de seguridad en la entidad, pero destacó que los guerrerenses son resistentes.
“¿Cuánto más va a aguantar Guerrero?”, fue uno de los cuestionamientos que lanzó monseñor González Hernández en la celebración, y cerró su homilía diciendo que el pueblo no quiere más guerras, ni sangre ni muertos.
Publicado originalmente en El Sol de Acapulco