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Si bien muchos de los problemas que hoy estamos padeciendo están muy relacionados con el cambio climático, poco es lo que se ha hecho en nuestro país por solucionarlo.
El problema del agua en el estado, principalmente en la capital, ya es un problema grave que debe ser atendido con urgencia, tanto por el orden municipal, estatal y federal. Las afectaciones son a los usuarios en general y al sector turístico y productivo, no solo por la escasez del vital líquido sino por los incrementos en los recibos, que van desde un 10 hasta un 40 por ciento, y en muchas ocasiones lo que se está pagando es aire porque es lo primero que empiezan a marcar los medidores, y debido a la alta demanda y la sequía los servicios de pipas han incrementado sus costos en algunas ocasiones hasta tres veces más.
En los últimos días la ciudad ha recibido turismo por eventos deportivos y el sector restaurantero, hotelero y comercial ha recibido quejas de los usuarios por la falta de suministro de agua para los baños, de igual manera edificios y oficinas reportan el mismo problema que se convierte en una situación grave para las condiciones laborales y de higiene. Es lamentable que el gobierno federal haya hecho recortes al presupuesto de este año por casi 14 mil millones de pesos para agua y saneamiento en lugar de estar invirtiendo urgentemente en sistemas de captación pluvial, exploración de mantos acuíferos, reforestación, apoyos al campo para sistemas de riego eficientes y programas de concientización del uso del agua a la ciudadanía.
Aunado a este problema se suma uno mayor que es la falta de energía eléctrica derivada del incremento en el consumo por las altas temperaturas, lo que ha llevado a alcanzar niveles de casi 48 mil megawatts consumidos por hora, lo que significa un 3 por ciento menor al margen de reserva operativa que debe de operar el Sistema Eléctrico Nacional antes de declarar estado operativo de emergencia.
Son al menos 21 estados de la República que han reportado apagones en las últimas horas. Esta situación no debe de sorprendernos, ya que se dejó de invertir en energías renovables en los últimos años y se dejó de apostar por la inversión público-privada. Países en el mundo como Alemania, con una exposición solar casi 70 por ciento menor que en nuestro país, aprovechan casi tres veces más este recurso que es constante, más barato de generar y más limpio.
En estos últimos años que se ha estado hablando de la gran oportunidad del nearshoring en México, cómo podemos garantizar a los grandes capitales que apuesten por nuestro país si no somos capaces de garantizar el abasto de agua y de energía eléctrica. Ambas son indispensables para garantizar tanto la seguridad de las personas como la salud, la higiene y el desarrollo económico que el país necesita. Es indispensable tomar medidas urgentes retomando las inversiones necesarias y apoyándonse de los capitales privados, con la finalidad de proteger la salud y bienestar de las familias y futuras generaciones.
*Presidente Coparmex-Xalapa
