/ jueves 7 de diciembre de 2023

Se les hizo bolas el engrudo

La semana pasada se armó un zafarrancho en Monterrey, Nuevo León, cuando el hasta entonces gobernador solicitó licencia para irse a la campaña presidencial, queriendo dejar a su secretario de Gobierno como suplente y tapadera, a quien incluso Samuel le dijo: ahí me cuidas el changarro, que regreso en seis meses, frase que deja ver claramente cuál era la encomienda que el virrey le había dejado y que a sabiendas de que no tenía oportunidad de ganar las elecciones y la presidencia, su labor era ir a capturar votos de la juventud, para golpear y minimizar la votación a favor de la coalición opositora y favorecer el apoyo a la candidata oficial designada por el presidente, muy al estilo de Díaz Ordaz.

No tomó en cuenta que la Constitución neoleonesa dice que si el gobernador solicita y se le concede licencia para dejar el cargo por varios meses, la Legislatura vota y designa a un gobernador interino y así fue, designando a Enrique Orozco para gobernar los seis meses que Samuel pidió de permiso para hacer la pantomima de competir por la Presidencia de la República, a sabiendas de que todo era una estrategia diseñada por Andrés para afianzar a Claudia y llevarla al triunfo, por lo que sabía que pasada la elección, regresaría a retomar su cargo.

Mientras su secretario y compinche le cubría las espaldas, pero le salió el tiro por la culata y a pesar de cerrar el Palacio de Gobierno, de movilizar a los gendarmes y a su horda de incondicionales que rompiendo la puerta de la Legislatura, ingresaron al recinto a fin de evitar que el gobernador designado rindiera protesta, pero de nada les sirvió, pues al final la Corte avaló la designación de Orozco, con lo que Samuel, espantado y temeroso que le saquen sus trapitos al sol, abandonó la contienda electoral y se regresó a Monterrey, queriendo reocupar su cargo, por lo que Orozco renunció al cargo de gobernador en funciones, no sin antes dejar en ridículo a Samuel.

Así que ni con sus tenis fosfo fosfo anaranjados ni con su valentonadas, continuó con sus supuestas teatrales aspiraciones presidenciales, quedándose como el perro de las dos tortas y a pesar de haber planeado dejar a su cuate en su lugar, se le hizo bolas el engrudo y no le cuajó la jugada, lo cual seguramente ha de haber causado varios cólicos vesiculares acompañados de una profusa enteritis y más, cuando Marcelo no se prestó para seguir ese fraudulento juego.

Hay que recordar que Samuel fue un crítico acérrimo de Jaime Rodríguez, anterior gobernador de Nuevo León, al separarse de su cargo con licencia para contender en la pasada elección presidencial, asegurando Samuel que él no haría nada similar al “Bronco” y que gobernaría los seis años completos, pero como dicen, más rápido cae un hablador que un cojo, salió cojeando y lo dejaron sin bastón, aprovechando su inmadurez y sus ínfulas de grandeza, para enredarlo en una fallida estrategia ordenada desde la cúpula del poder, para dividir la intención del voto y golpear a la candidata de la coalición. Mala estrategia, pues a estas alturas ni el gobernador de Jalisco ni Colosio se prestarán para otra artimaña semejante. Por lo pronto, Samuel y Mariana se quedaron chiflando en la loma.

La semana pasada se armó un zafarrancho en Monterrey, Nuevo León, cuando el hasta entonces gobernador solicitó licencia para irse a la campaña presidencial, queriendo dejar a su secretario de Gobierno como suplente y tapadera, a quien incluso Samuel le dijo: ahí me cuidas el changarro, que regreso en seis meses, frase que deja ver claramente cuál era la encomienda que el virrey le había dejado y que a sabiendas de que no tenía oportunidad de ganar las elecciones y la presidencia, su labor era ir a capturar votos de la juventud, para golpear y minimizar la votación a favor de la coalición opositora y favorecer el apoyo a la candidata oficial designada por el presidente, muy al estilo de Díaz Ordaz.

No tomó en cuenta que la Constitución neoleonesa dice que si el gobernador solicita y se le concede licencia para dejar el cargo por varios meses, la Legislatura vota y designa a un gobernador interino y así fue, designando a Enrique Orozco para gobernar los seis meses que Samuel pidió de permiso para hacer la pantomima de competir por la Presidencia de la República, a sabiendas de que todo era una estrategia diseñada por Andrés para afianzar a Claudia y llevarla al triunfo, por lo que sabía que pasada la elección, regresaría a retomar su cargo.

Mientras su secretario y compinche le cubría las espaldas, pero le salió el tiro por la culata y a pesar de cerrar el Palacio de Gobierno, de movilizar a los gendarmes y a su horda de incondicionales que rompiendo la puerta de la Legislatura, ingresaron al recinto a fin de evitar que el gobernador designado rindiera protesta, pero de nada les sirvió, pues al final la Corte avaló la designación de Orozco, con lo que Samuel, espantado y temeroso que le saquen sus trapitos al sol, abandonó la contienda electoral y se regresó a Monterrey, queriendo reocupar su cargo, por lo que Orozco renunció al cargo de gobernador en funciones, no sin antes dejar en ridículo a Samuel.

Así que ni con sus tenis fosfo fosfo anaranjados ni con su valentonadas, continuó con sus supuestas teatrales aspiraciones presidenciales, quedándose como el perro de las dos tortas y a pesar de haber planeado dejar a su cuate en su lugar, se le hizo bolas el engrudo y no le cuajó la jugada, lo cual seguramente ha de haber causado varios cólicos vesiculares acompañados de una profusa enteritis y más, cuando Marcelo no se prestó para seguir ese fraudulento juego.

Hay que recordar que Samuel fue un crítico acérrimo de Jaime Rodríguez, anterior gobernador de Nuevo León, al separarse de su cargo con licencia para contender en la pasada elección presidencial, asegurando Samuel que él no haría nada similar al “Bronco” y que gobernaría los seis años completos, pero como dicen, más rápido cae un hablador que un cojo, salió cojeando y lo dejaron sin bastón, aprovechando su inmadurez y sus ínfulas de grandeza, para enredarlo en una fallida estrategia ordenada desde la cúpula del poder, para dividir la intención del voto y golpear a la candidata de la coalición. Mala estrategia, pues a estas alturas ni el gobernador de Jalisco ni Colosio se prestarán para otra artimaña semejante. Por lo pronto, Samuel y Mariana se quedaron chiflando en la loma.