/ martes 24 de agosto de 2021

Veracruz responde ante la emergencia

Los huracanes son los fenómenos atmosféricos más violentos de nuestra naturaleza, que visto desde el satélite se forman como remolinos o espirales gigantes de nubes...

Y fuertes vientos alcanzan velocidades de más 200 km/h, desplazándose sobre la superficie marina del océano hasta tocar tierra y degradarse a tormenta o depresión tropical, algunos otros mueren y se difuminan sobre aguas más frías en las latitudes medias o polares.

El huracán Grace tocó dos veces tierra en nuestro país: la primera ocasión como categoría 1 al sur de Tulum, en el Estado de Quintana Roo; y por segunda vez en Veracruz, entre Tuxpan y Tecolutla, como categoría 3 con vientos aproximados de 205 km/h.

Antes, durante y después del paso del huracán Grace por tierras veracruzanas, el gobierno que preside Cuitláhuac García Jiménez ha estado a la altura de las circunstancias, previniendo, tomando decisiones y actuando de inmediato para atender a los damnificados.

Hay que recordar que desde el 2010 no había impactado a la entidad veracruzana un huracán categoría 3, como en el caso de Grace.

En septiembre de ese año el huracán Karl pegó muy fuerte en la zona centro y causó terribles daños. En la zona norte, desde 1951 no impacta un ciclón mayor, como lo fue Charlie, un meteoro categoría 4, que tocó las costas norveracruzanas con categoría 3.

Sin embargo, la tragedia más recordada en la región de Costa Esmeralda es sin duda la provocada entre el 4 y 6 de octubre de 1999 por el paso del Frente Frío No. 5, una baja presión y la depresión tropical No. 11, que dejaron muerte y daños en esta zona.

En mis recorridos por el norte del estado, aún puedo ver, en la comunidad de Flores Magón, un viejo pozo que resistió al embate de las lluvias y quedó ahí, al aire libre, en memoria de esos días trágicos.

Veracruz tenía en ese tiempo un gobernador que decía que él no era bombero, para atender incendios en mercados o tragedias provocadas por la fuerza de la naturaleza.

En los primeros reportes de esa zona, en ese año, se dieron a conocer 76 muertos, 56 desaparecidos y 26 mil personas damnificadas en albergues, así como daños millonarios a la agricultura, ganadería y a la infraestructura carretera.

En esta ocasión, aunque también hay muchos daños, el gobierno Cuitláhuac García Jiménez se fletó para prevenir a la población, se puso en mangas de camisa para atender a damnificados y limpiar casas y espacios públicos de las inundaciones y no ha bajado la guardia en atender a la población. Lo mismo ha hecho todo su Gabinete.

Esa esa la diferencia entre los gobiernos anteriores y los gobiernos que sudan la camiseta por la gente.

Desde la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho lo propio, instruyendo a las fuerzas federales a brindar todo el apoyo a la población damnificada.

Este martes estará en Veracruz para dar a conocer el Plan de Emergencia de apoyo y rescate a las zonas afectadas por el huracán Grace.

Los huracanes son los fenómenos atmosféricos más violentos de nuestra naturaleza, que visto desde el satélite se forman como remolinos o espirales gigantes de nubes...

Y fuertes vientos alcanzan velocidades de más 200 km/h, desplazándose sobre la superficie marina del océano hasta tocar tierra y degradarse a tormenta o depresión tropical, algunos otros mueren y se difuminan sobre aguas más frías en las latitudes medias o polares.

El huracán Grace tocó dos veces tierra en nuestro país: la primera ocasión como categoría 1 al sur de Tulum, en el Estado de Quintana Roo; y por segunda vez en Veracruz, entre Tuxpan y Tecolutla, como categoría 3 con vientos aproximados de 205 km/h.

Antes, durante y después del paso del huracán Grace por tierras veracruzanas, el gobierno que preside Cuitláhuac García Jiménez ha estado a la altura de las circunstancias, previniendo, tomando decisiones y actuando de inmediato para atender a los damnificados.

Hay que recordar que desde el 2010 no había impactado a la entidad veracruzana un huracán categoría 3, como en el caso de Grace.

En septiembre de ese año el huracán Karl pegó muy fuerte en la zona centro y causó terribles daños. En la zona norte, desde 1951 no impacta un ciclón mayor, como lo fue Charlie, un meteoro categoría 4, que tocó las costas norveracruzanas con categoría 3.

Sin embargo, la tragedia más recordada en la región de Costa Esmeralda es sin duda la provocada entre el 4 y 6 de octubre de 1999 por el paso del Frente Frío No. 5, una baja presión y la depresión tropical No. 11, que dejaron muerte y daños en esta zona.

En mis recorridos por el norte del estado, aún puedo ver, en la comunidad de Flores Magón, un viejo pozo que resistió al embate de las lluvias y quedó ahí, al aire libre, en memoria de esos días trágicos.

Veracruz tenía en ese tiempo un gobernador que decía que él no era bombero, para atender incendios en mercados o tragedias provocadas por la fuerza de la naturaleza.

En los primeros reportes de esa zona, en ese año, se dieron a conocer 76 muertos, 56 desaparecidos y 26 mil personas damnificadas en albergues, así como daños millonarios a la agricultura, ganadería y a la infraestructura carretera.

En esta ocasión, aunque también hay muchos daños, el gobierno Cuitláhuac García Jiménez se fletó para prevenir a la población, se puso en mangas de camisa para atender a damnificados y limpiar casas y espacios públicos de las inundaciones y no ha bajado la guardia en atender a la población. Lo mismo ha hecho todo su Gabinete.

Esa esa la diferencia entre los gobiernos anteriores y los gobiernos que sudan la camiseta por la gente.

Desde la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho lo propio, instruyendo a las fuerzas federales a brindar todo el apoyo a la población damnificada.

Este martes estará en Veracruz para dar a conocer el Plan de Emergencia de apoyo y rescate a las zonas afectadas por el huracán Grace.