Córdoba, Ver.- A 54 años de que la ciudad de Córdoba recibiera el fuego de los Juegos Olímpicos de 1968, atletas cordobeses que portaron en aquel entonces la Antorcha Olímpica salieron a las calles para recorrer aquel hecho que marcó la historia de nuestra ciudad.
José Murillo López, ciclista retirado y quien se encargó de encender el pebetero que se instaló aquel 8 de octubre de 1968 en el parque 21 de mayo, volvió a empuñar la Antorcha Olímpica y repitió aquel momento que, dice, marcó su vida, solo que ahora en el interior del Museo de Córdoba donde se ubica el pebetero.
“La antorcha salió de Grecia, llegó a Veracruz, pasó a Xalapa y de ahí paso a Córdoba y Orizaba, a mí me tocó portar la antorcha y llegar con el fuego aquí a Córdoba, fue un evento muy importante porque fue la primera vez que el fuego llegó a México”, comenta el deportista que fue uno de los 26 atletas cordobeses en portarla en esta ciudad.
Murillo López enfatiza que este hecho fue algo importante para nuestra ciudad, pues ese 8 de octubre de 1968 los ojos del mundo estuvieron puestos en nuestra tierra, además de que fue un premio y reconocimiento a su trayectoria como ciclista destacado a nivel nacional y de lo que hoy solo quedan recuerdos.
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Al respeto Luis Francisco Molina García, encargado de portar la antorcha desde Córdoba y hasta Orizaba, reconoce que ese momento fue bastante satisfactoria, pues a sus 24 años portar la Antorcha Olímpica fue un verdadero honor, por lo que a 54 años de aquel momento de gloria dice recordarlo como si hubiera sido ayer.
“Fue muy importante todo, desde que vimos como la flama llegó a Veracruz y de ahí empezamos a correr, la antorcha estuvo en Veracruz en la noche, al otro día salió para Xalapa y después se vino para Córdoba y de ahí empezamos a correr”, recuerda, mientras reconoce que muchos de los que hicieron historia hoy ya no están.
¿Qué es un pebetero en los Juegos Olímpicos?
Reitera que para él fue un honor a ver portado el fuego olímpico en momentos de mucha tensión social por los hechos ocurridos unos días antes en Tlatelolco, sin embargo, se dice contento por haber sido tomando en cuenta en aquel entonces y ahora.
El pebetero se ubica actualmente en el interior del Museo de Córdoba y es una pieza basada en un “brasero monumental” que se encontró en el sitio arqueológico de Tlatelolco, Ciudad de México durante el periodo posclásico Tardío.