Córdoba, Ver.- Llama la atención a lo lejos por su distintiva forma, su ubicación y su instinto de protección; científicamente conocida como “Mimosa púdica”, esta planta se ve comúnmente en las orillas de caminos y potreros de México, pero más de uno las va a reconocer por su particular característica.
Llamada también sensitiva, dormilona, ten vergüenza, vergonzosa o adormidera, la realidad es que se cultiva por su valor de curiosidad pues sus hojas se mueven rápidamente al tacto, pero también con fuertes vientos, calor y ruido.
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¿En dónde podemos encontrar esta planta?
La “dormilona” es de origen sudamericano y se ha encontrado en caminos desde México (Campeche, Chiapas, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Yucatán) hasta Brasil, pero ¿por qué despierta tanta curiosidad?
Todos los que alguna vez la tocaron vieron como las hojas en reacción se doblaron rápidamente esto tiene una explicación; según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) la mimosa se “duerme” como mecanismo de protección ante sus depredadores.
Cuando cierran sus hojas aparentan que están “marchitas”, pero también es un ahorro pues almacenan agua y se protegen del sol y el viento, de hecho, es una de las pocas plantas en el mundo capaces de realizar movimientos tan rápidos.
“Tiene hojas sobre las que se disponen de 15 a 25 pares de folíolos; las flores agrupadas en cabezuelas de hasta 1.5 cm de diámetro y da frutos de hasta 4 mm de ancho”. Según la Conabio el fruto es una legumbre de hasta 1.5 cm de largo.
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¿Cada cuánto florece la "dormilona"?
Ésta florece y fructifica durante casi todo el año, principalmente de septiembre a noviembre, además, es utilizada como ornamental y para trabajo experimental por sus hojas sensibles, por ello te hablamos de la “dormilona” esta temporada.
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Las plantas dormilonas cierran sus hojas cuando cae la noche y se abre nuevamente al amanecer; aunque parezca increíble, las plantas pueden distinguir el día y la noche gracias a sus fotorreceptores, son células parecidas a las que tenemos nosotros en los ojos, pueden percibir diferentes tonos de la luz (colores), incluso algunos que los humanos no vemos.
