Imponente, de belleza incomparable y visito desde distintos municipios de Veracruz y Puebla, el majestuoso Citlaltépetl o Pico de Orizaba es de las montañas más impresionantes que se pueden encontrar en nuestras tierras y la más grande de México con una altura de 5,636 metros sobre el nivel del mar.
El atractivo natural es un punto de interés para miles de aventureros de todos los países que buscan vivir la experiencia de escalarlo y maravillarse con las impresionantes y bellas postales que puede ofrecer a todo aquel que se atreve a “desafiarlo”.
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Aunque todo lo que compone al Citlaltépetl pareciera ser “algo bonito”, experimentarse en él requiere de mucha preparación, pues representa algo más que un desafío, sin embargo, ¿existe algo del “más allá”, algo “místico” o “paranormal” que impida un viaje en esta maravilla?
A pesar de que puede sonar como algo increíble, un experto en el montañismo fue cuestionado sobre algún evento paranormal ocurrido en el Pico de Orizaba y, para sorpresa de muchos, compartió una experiencia con chaneques.
¿Cuál es la historia de los chaneques en el Pico de Orizaba?
Con más de 50 años de experiencia en el montañismo, el profesional conocido como Layo Aguilar es un aficionado de escalar estos imponentes sitios de la naturaleza, compartiendo anécdotas y consejos sobre la escalada o alpinismo.
Cuestionado sobre si ha sido testigo de “cosas o situaciones anormales”, el experto compartió una anécdota en su página de Facebook relacionada con los chaneques o también conocidos como duendes, seres de la mitología mexicana característicos por “esconder cosas” o ser traviesos.
Seguramente has escuchado una y mil historias sobre ellos, ¿recuerdas algún objeto que se te haya desaparecido de forma misteriosa?, ¿por más que lo buscaste no lo pudiste encontrar? Pues algo similar ocurrió con el experto.
Cuando realizaba un curso para escalar montañas, en compañía de varias personas, el experto viajaba en un auto que requería de mantenimiento en el motor, pues constantemente se calentaba. Para poder apagarla debía de quitar el tapón del radiador para permitir que el agua caliente saliera. Posteriormente, introducía un poco más de agua para que la temperatura pudiera bajar y así apagarla.
De acuerdo a su relato, la tapa la colocó a un lado del motor. Cuando llegó el momento de ponerla en su lugar, de forma “misteriosa” desapareció: “casi tardamos media hora buscando en lugares posibles y nada… opté por improvisar un tapón con una franela… regresamos y buscamos nuevamente y no apareció”.
Quizá pudo ser un accidente y la tapa cayó en un lugar lejano, sin embargo, tras vivir esa curiosa experiencia, algo similar ocurrió una semana después al intentar realizar más pruebas de escalada.
Viajando con una nueva tapa que había adquirido para el radiador y bromeando para que la situación no se volviera a repetir, una vez llegando al último camino que dirige a la montaña, Layo Aguilar comparte que realizó el mismo procedimiento: quitar la tapa y colocarlo a un lado ante la vista de toda la agrupación.
Tras enfriar el motor, vaciando un poco de agua, al momento de “querer ponerle el tapón, no estaba en el lugar donde lo puse”. Aunque nuevamente buscaron de forma intensa y en varios lugares posibles, de forma sorprendente, el objeto desapareció una vez más.
Después de compartir dicha experiencia con otro experto su compañero le explicó que, probablemente, todo lo acontecido fue a causa de chaneques, pues muchas veces se menciona que son cuidadores de bosques y montañas, por lo que “siempre andan haciendo maldades”.
Estos seres son relacionados con la mitología nahua y creencias de varias generaciones tienden a vincularlos con el inframundo, además de que tienen la capacidad de tomar diversas formas. Normalmente se les relaciona con diversos espacios naturales como lagos, ríos, selvas, entre otros.
¿Qué opinas sobre la presencia de chaneques en el Pico de Orizaba?, ¿crees en ellos?