Veracruz, Ver.- El uso excesivo de las nuevas tecnologías y dispositivos móviles como teléfonos celulares, han cobrado factura a las nuevas generaciones en su salud mental, afirma Claudia Carolina Caro García, psicoterapeuta veracruzana.
La especialista indica que aproximadamente 60 por ciento de las consultas que brinda son por problemas relacionados al “apego al celular”, una condición que antes no se observaba, pero que ahora ha generado conductas que afectan a nivel psicológico.
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Uso del celular incrementó durante la pandemia de Cóvid-19
En ese sentido, indica que el uso del teléfono celular creció exponencialmente durante la pandemia de Covid-19, ya que al no tener distractores o poder salir de casa, muchas personas lo usaron para suplir la comunicación personal y distraerse.
“Antes de la pandemia se veía, pero era poco, si íbamos a un lugar era el 10 por ciento las personas que veíamos con el teléfono, esto ahora aumentó y vemos que 80 por ciento de las personas portal el teléfono incluso cuando están comiendo con sus familias”, explica.
La psicoterapeuta dice que este problema afecta principalmente a personas menores o jóvenes, ya que son quienes más recurren a su uso. Incluso en niños que apenas comienzan a desarrollarse, ya que los padres entregan celulares para distraerlos, evitando sin saber que esto les impide un correcto desarrollo cognitivo.
¿Qué trastornos se pueden derivar del "apego al celular"?
Entre los trastornos más comunes detectados por el “apego al celular” se encuentra el insomnio, que se encuentra relacionado a otras enfermedades como la ansiedad y la depresión, dos de las enfermedades mentales con los más altos índices.
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En ese sentido, la especialista precisa que la ansiedad subió entre 70 y 80 por ciento en un periodo de 9 meses; los jóvenes de 12 a 25 años son los más propensos actualmente. Del mismo modo, indica que el estrés es otro de los síntomas post pandemia, que a pesar del tiempo que pasó, sigue presente como una secuela.
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“Lo que se ha disparado mucho es el estrés, esto después de la pandemia, estoy viendo en mi consultorio la necesidad de expresar sus emociones y realmente, aunque han pasado ya más de un año, seguimos viendo en este momento las secuelas”.
