Córdoba, Ver.- En el marco del inicio de las campañas electorales la Diócesis de Córdoba hace un llamado para que se tengan unos comicios limpios, pacíficos y con corresponsabilidad ciudadana con un voto razonado y secreto.
“Lo que pedimos como comunidad católica es que tengamos unos comicios limpios, pacíficos, donde haya corresponsabilidad de todos nosotros, no limitarnos a un voto que debe ser razonado, debe ser secreto y buscando el bien común”, señala el obispo de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Eduardo Carmona Ortega.
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En su entrevista dominical, el máximo jerarca de la fe católica señala que la democracia es resultado del trabajo de todos los sectores de la población y no solo está limitada al día de las votaciones, sino que es un trabajo de todo el año y donde todos tengan un compromiso para alcanzar el bien común anteponiendo el bien particular.
“La democracia es una construcción de todo, no se limita nada más al día de las votaciones, sino que es un trabajo de todo el año, todos necesitamos un compromiso por el bien común anteponiendo el bien particular, debe ser primero el bien común y de esa manera podemos construir un México pacífico y un México desarrollado que es lo que queremos” dice.
Campañas de propuestas y no de ataques
De igual Monseñor Eduardo Carmona Ortega hace un llamado a los aspirantes a un cargo de elección popular a que estas campañas sean de propuestas y no de ataques entre contrincantes a fin de que los ciudadanos puedan escucharlos y analizar bien su voto y donde se privilegia la verdad y la justicia.
Monseñor Carmona Ortega recordó el comunicado emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en relación al inicio de las campañas y donde se pide un proceso electoral tranquilo y en paz, siempre con propuestas que realmente sean buenas para la sociedad y no basadas en conveniencias personales.
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“Hay que discernir, lo que sea el mejor bien, que no antepongamos el bien personal particular por encima del bien común, tenemos que pensar en el bien común, lo que es bueno para la sociedad, porque aquí el peligro es quedarnos con conveniencias”, comenta el prelado.
E incluso señala que este proceso electoral es un buen momento para que los mexicanos demostremos realmente el amor a nuestro país y a que cada quien, desde su trinchera, participen a fin de que Dios se sienta orgulloso de nuestro pueblo que siempre trabaja por el bien del país en tiempos difíciles.
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En relación a la Semana Nacional de la Familia, el prelado señala lo urgente de seguir promoviendo la familia como tal, pues de no ser así los problemas sociales podrían empeorar con el paso de los años.
