Zongolica, Ver.- El trabajo del campo está sufriendo de una falta de mano de obra a consecuencia de la migración, Cecilia Tlaxcalteca Lara integrante del ejido de la comunidad de El Porvenir en Zongolica menciona que cada vez es más evidente la falta de interés de los hombres por quedarse a sembrar y de igual manera es necesario fomentar en los hijos el amor a la tierra para que esta actividad resurja.
En la actualidad la siembra solo es de al menos 15 tareas cuando hace unos años eran hectáreas de terreno con siembra de frijol, maíz, caña, café, algo que a raíz de la búsqueda del sueño americano se ha ido reduciendo afectando en gran parte a la producción de los cultivos.
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“El problema es que muchos emigran a los Estados Unidos por buscar calidad de vida pero no se dan cuenta que están dejando los terrenos, todos se están yendo, mandan dinero pero no hay quien trabaje, están abandonando sus tierras y las cosechas cada vez son más pocas”, afirma la encargada de las hortalizas de El Porvenir.
La juventud ha perdido el interés y eso se hereda a los hijos quienes no crecen con el amor por el trabajo del campo ni a sus tradiciones, es por ello que ante esta falta de atención a estas labores por parte de los hombres de la comunidad las mujeres de El Porvenir han visto factible comenzar a sembrar hortalizas.
En un proceso que les llevó 6 meses instalaron con el apoyo de Cafés Industrializados de Veracruz 6 camas de hortalizas en donde se logró cosechar tomate de cáscara, cacahuate, rábano, pepino y otros productos que utilizaron para el autoconsumo del grupo.
Comenta que al principio el grupo lo integraban al menos 30 personas pero con el paso de los meses éste se fue reduciendo a causa del interés y constancia hasta el punto de quedar actualmente solo la mitad del total en donde al menos 7 son mujeres quienes se turnan para poder realizar las labores de limpia y riego de las melgas.
“Si es un esfuerzo y es difícil coordinar esto, a veces una no puede, otra se va a la escuela por los niños, las labores del hogar, como mujeres somos el pilar de la casa, hacemos el trabajo del hombre y de la mujer, entonces nos coordinamos unas trabajan en las tardes, otras en las mañanas, incluso los domingos”, afirma.
La cosecha principalmente de tomate de cáscara se utilizó para hacer los tamales de las fiestas de Todos Santos, sin embargo opina la cosecha no fue tan favorables por las inclemencias del tiempo ya que de un 100% cosechó el 70% lo que usaron para autoconsumo.
La importancia de continuar con el trabajo del campo no solo es por el aspecto económico, también desde el ámbito de la alimentación y la salud es crucial que se continúe fomentando pues gracias a ello se puede llevar a la mesa verduras y frutas que complementen un buen crecimiento principalmente para los menores como se hacía en la gente de antes.
“Podemos conformar verduras del plato del buen comer que son nutritivos para nuestros hijos y las personas adultas como mi papá que yo lo veo que es casi vegetariano porque él siempre consume productos del monte y se ha mantenido saludable”.
Este tipo de actividades destaca impulsan la identidad de la región y educan a las nuevas generaciones para que no crezcan pensando en migrar, que busquen trabajar la tierra que los vio crecer.
