Chocamán, Ver.- La cultura de la denuncia contra la violencia familiar en Chocamán va en aumento, asegura el primer comandante de la policía municipal, Luis Antonio Catalino Reyes, quien destaca que esto es positivo puesto que demuestra que las mujeres del municipio están entendiendo que vivir con violencia no es algo normal.
Precisa que esto es resultado de las campañas de sensibilización que se han estado realizando por parte de la policía municipal en coordinación con el Instituto Municipal de la Mujer de Chocamán, el área de vinculación del C4 y algunas asociaciones civiles en pro de los derechos de las mujeres.
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“La verdad nos hemos coordinado con diversas áreas municipales y de la sociedad civil para realizar diversas actividades de prevención del delito y de violencia familiar, explicándole a las mujeres el violentometro y las líneas de apoyo hacia la mujer y sobre todo que existe una ley que las protege”, comenta.
Señala que si bien es cierto que la violencia familiar no se ha logrado erradicar, también es cierto que hoy las mujeres conocen más sus derechos y reciben el acompañamiento necesario para poder proceder legalmente en contra de su agresor y sobre todo a no permitir agresiones de ningún tipo.
Explica que a raíz de estas campañas la comandancia llega a recibir de dos a tres denuncias por violencia familiar, mismas que son atendidas y canalizadas a las instancias correspondientes para que puedan seguir el proceso que corresponda, además de que se les da el seguimiento posterior al hecho para garantizar la seguridad de la víctima.
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¿Las campañas para combatir la violencia familiar han dado resultados?
“La verdad estas campañas han servido de mucho, no puedo decir que ya no hay violencia familiar, porque si lo hay, pero ahora la mujer se siente con la seguridad de reportar que vive agresiones en su contra y ya tenemos algunas usuarias que han llegado hasta la fiscalía para presentar una denuncia, lo que antes no se hacía”, comenta.
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Y refiera que son varias áreas las que trabajan de manera coordinada para poder brindar una atención integral a posibles víctimas de violencia familiar a fin de garantizarles su derecho a una vida libre de violencia “las mujeres ya están entendiendo que la violencia no se concilia”.
Incluso destaca que la Casa de la Cultura ha implementado algunos talleres para enseñarles algún oficio que les permita generar sus ingresos propios y que lo tenga que depender de manera económica de su agresor.
