Córdoba, Ver.- En vísperas del inicio de la cuaresma, este miércoles 22 de febrero, introductores de pescados y mariscos de Córdoba esperan tener un repunte de hasta el 80 por ciento en ventas, comenta Tito Vázquez Benítez, de la central de mariscos.
“Las ventas en el ramo de pescados y mariscos ha sido normal, se ha mantenido McDonald esperamos que haya un repunte ahorita con el inicio de la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza donde esperamos que las ventas suban entre un 60 y un 80 por ciento” comenta.
¿Subirá el precio del marisco?
Esto a pesar de que se prevé un incremento en los precios de sus productos de entre un cinco y un diez por ciento sobre precios actuales a raíz de los aumentos de combustibles y otros insumos de la cadena de producción con los que arrancó este año.
“Nosotros con los pescados y mariscos todavía mantenemos los precios al margen, pero con los incrementos de hidrocarburos y el tema de la inflación esperamos un incremento de entre el 5 y el 10 por ciento sobre los precios que tenemos ahora”, explica.
Y es que refiere que aunque la situación económica es algo complicada para el grupo de la población la mayoría de los que profesa la religión católica hacen el esfuerzo por mantener la vigila evitando consumir carnes rojas y comprando mariscos.
Detalla que, por ejemplo, el kilo de camarón cristal se encuentra en 200 pesos, mientras que el de róbalo llega a los 240 pesos, mientras que el de retazo alcanzado los 40 pesos y el filete de mojarra alcanza los 100 pesos, aunque también oferta sierra, bacalaos, bagre, entre otros las que son muy consumidos en esta temporada.
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Vázquez Benítez hace un llamado a las amas de casa para que adquieran su producto en establecimientos reconocidos, pues durante esta temporada mucha gente sale a las calles a comercializar mojarras u otros mariscos sin garantías de calidad y frescura.
Señala que muchos marisqueros de la ciudad se encuentran ya listos para poder cubrir la demanda de productos del mar durante la cuaresma y que las familias cordobesas puedan mantener la tradición de consumir derivados del mar previo a la Semana Santa.