/ domingo 30 de enero de 2022

Tamales, sabores y tradición en la Candelaria

La crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19, pone en riesgo la tradición de comer tamales el 2 de febrero

Xalapa, Ver.-La crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19, pone en riesgo la tradición de comer tamales el 2 de febrero con motivo de La Candelaria o en caso de darle continuidad, hacerlo de una manera modesta, y es que a los aumentos en casi todos los ingredientes se suma la escasez de hojas.

Clientes identificados por adquirir una mayor cantidad de carne, manteca, guisos y masa compran pero la mitad de lo que llevaban en otros años y hay a quienes ni siquiera han visto, coinciden vendedores del mercado Jáuregui, en Xalapa.

 

 

En molinos de nixtamal ubicados en colonias de la ciudad, los encargados dicen que en años pasados la buena venta ya empezaba, pero en 2022 no ha repuntado ni han recibido pedidos especiales.

Leonardo Hernández Reyes, representante del establecimiento “Tía Paula”, que data de 1956, observa que el crecimiento de la mancha urbana y los efectos del cambio climático provocan una escasez gradual de las hojas.

“Como las personas que las entregan recorren distancias mayores para conseguirlas, el precio aumenta”, expone quien tiene paquetes de hojas de plátano y de maíz.



A pesar de la situación, señala que los comerciantes buscan dar precios no tan elevados porque saben que la economía de las familias xalapeñas es baja y se ha mermado aún más con la crisis sanitaria.

El joven Daniel Gabriel, quien atiende el local ubicado en la calle Tamborrel número 8, expresa que los comerciantes siguen “batallando” porque previo al 2 de febrero, ante la cuarta ola de congios, las ventas nuevamente cayeron.



Él vende hoja de maíz, desde 25 y 35 pesos; paquetes pequeños de hojas de plátano de 25, 30, 40 y 50 pesos, y paquetes para mixiote de 40 pesos.

Coincide con don Leonardo en que las heladas tienen un impacto directo. Por ejemplo, el rollo de hoja de papatla cuesta 15 pesos para 25 tamales, pero aún no se la surten.

Vendedores de tamales dicen que van con cautela y optan por promover los pedidos para evitar pérdidas. Y es que lamentan que la manteca, el pollo y la carne de puerco, así como las mermeladas para los tamales de dulce, “estén por los cielos”.


Manifiestan que lo único barato en esta temporada es el jitomate, pero lo demás se ha encarecido y ellos no pueden subirle tanto al tamal. En Xalapa, el precio promedio está en 12 pesos y solo en restaurantes se incrementa hasta los 30 pesos por pieza.


La expectativa de los vendedores es que no se pierda el comerse un tamal con toda la familia, pues además de preservar tradiciones se fortalecen los vínculos afectivos y se mueve la economía.

Historia


En cuanto a la historia de los tamales, su origen se remonta a la época prehispánica de México; se dice que era un alimento para las grandes fiestas y se preparaba para agradecer la fertilidad de la tierra.

Después de la Conquista este platillo fue adaptándose y complementando sus ingredientes; así se incluyeron los que provenían de Europa, la manteca y la carne de cerdo, en sustitución de verduras como calabaza, quelites y elotes, utilizados inicialmente.



El tamal es un alimento mexicano hecho a base de maíz, relleno de diversos ingredientes. Los hay de frijol, de rajas con queso, de salsa roja, verde, mole, rellenos de carne de puerco o pollo, y de verduras.

Los hay también dulces, de piña con coco o rompope, manjar, cacahuate, fresa, entre otros sabores. El antropólogo Carlos Artemio Benítez menciona que hay aproximadamente 500 recetas en todo el país, las cuales derivan en cerca de 4 mil preparaciones.

Veracruz cuenta con uno de los más grandes, el zacahuil, que se prepara en el norte del estado y cuya trascendencia ha alcanzado la internacionalidad, no solo por su tamaño sino también por la forma de elaboración, y es que se cuece bajo la tierra.



En cuanto a la tradición de comer tamales el 2 de febrero, la publicación “Raíces y sabores de México” explica que el Día de la Candelaria es una celebración totalmente católica.

El rito inicia con la Navidad, que es cuando nace el niño Jesús y se coloca en el pesebre donde estará hasta el día 2 que se levanta y se viste para presentarlo a la iglesia.



Antes se acostumbra cortar una rosca el Día de Reyes y quien encuentra un niño de plástico será quien ofrezca tamales en el “levantamiento” del Niño de su pesebre. Esta tradición es ampliamente difundida, sin importar estratos sociales o económicos. Su carácter es eminentemente popular.

Tamaleras afectadas por incremente de insumos

Veracruz, Ver.- La “tamaliza” de las fiestas de la Candelaria se ha convertido en una de las más ricas tradiciones en Veracruz donde se ofrece una extensa variedad de sabores, colores y olores.


Tamales de masa, de barbacoa, de elote, de verduras, con mole, fríjoles, de coco, zanahoria, piña, verdes y demás son algunas de las opciones que “tamaleras” de esta región de Veracruz ofrecen a todos los que resultaron afortunados con el “muñequito” en la tradicional Rosca de Reyes.



María del Rosario Ruiz Blanco, se ha dedicado a la elaboración de los tamales dulces y salados para fiestas, reuniones y por supuesto ya tiene pedidos para las fiestas de la Candelaria.

Menciona que en su caso no es el tradicional tamal de elote y masa, ya que aunque su producto también se elabora con masa se combina con sabores, utilizando el dulce y la sal.

Detalla que junto con su hija Lupita también ofrecen el tamal de masa y elote, sin embargo, en la actualidad la gente quiere más opciones.



“Yo trabajo los tamales de la hoja de maíz, ya salimos de lo tradicional, no es solo de masa y de elote porque, aunque también lleva masa lo combinamos con sabores salado y de dulces. Por ejemplo, uno de los tamales con más demanda es el de frijoles, que lleva frijol y aguacatillo, también ofrecemos el de verdura y los dulces preparados con coco y piña, la gente cada vez quiere más opciones de sabores y también hacemos el tamal con mole es muy rico”, señala.

Los insumos principales para la preparación son la hoja de maíz, aceite, manteca, mantequilla, sal, azúcar y para un mejor sabor, no hay como el fogón de leña donde se dejan por poco más de dos horas.

Rosario comenta que los precios de los tamales son de entre 10 a 25 pesos, según el sabor y el tamaño sin embargo refiere que con el alza en los insumos las tamaleras también se ven afectadas.



Por ello, los tamales que llevan carne y pollo, se dan más caros y los de verduras y dulces pueden ser más baratos, aunque en los mercados el frijol, el chile, el chayote, la zanahoria y otros insumos también han tenido ajuste en sus precios de entre cinco a 17 pesos.

Te puede interesar: Se "roban" a niño Dios y ¡habrá festejo!


“Para un mejor sabor no hay como la leña y así nos ahorramos el gas, pero la leña también ya está cara y qué decir del aceite, la mantequilla, en el caso de los tamales de verdura lleva chile, chayote y estos dos han subido de precios, en los tamales de rajas utilizamos el queso y el chile y también han estado caros”, refiere.



Según la historia, el 2 de febrero se come tamales en conmemoración de la presentación de Jesús en el templo después de la cuarentena, ya que la fiesta anunciaba el nacimiento del Sol en el calendario Azteca.

Con información de Ingrid Ruiz

Xalapa, Ver.-La crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19, pone en riesgo la tradición de comer tamales el 2 de febrero con motivo de La Candelaria o en caso de darle continuidad, hacerlo de una manera modesta, y es que a los aumentos en casi todos los ingredientes se suma la escasez de hojas.

Clientes identificados por adquirir una mayor cantidad de carne, manteca, guisos y masa compran pero la mitad de lo que llevaban en otros años y hay a quienes ni siquiera han visto, coinciden vendedores del mercado Jáuregui, en Xalapa.

 

 

En molinos de nixtamal ubicados en colonias de la ciudad, los encargados dicen que en años pasados la buena venta ya empezaba, pero en 2022 no ha repuntado ni han recibido pedidos especiales.

Leonardo Hernández Reyes, representante del establecimiento “Tía Paula”, que data de 1956, observa que el crecimiento de la mancha urbana y los efectos del cambio climático provocan una escasez gradual de las hojas.

“Como las personas que las entregan recorren distancias mayores para conseguirlas, el precio aumenta”, expone quien tiene paquetes de hojas de plátano y de maíz.



A pesar de la situación, señala que los comerciantes buscan dar precios no tan elevados porque saben que la economía de las familias xalapeñas es baja y se ha mermado aún más con la crisis sanitaria.

El joven Daniel Gabriel, quien atiende el local ubicado en la calle Tamborrel número 8, expresa que los comerciantes siguen “batallando” porque previo al 2 de febrero, ante la cuarta ola de congios, las ventas nuevamente cayeron.



Él vende hoja de maíz, desde 25 y 35 pesos; paquetes pequeños de hojas de plátano de 25, 30, 40 y 50 pesos, y paquetes para mixiote de 40 pesos.

Coincide con don Leonardo en que las heladas tienen un impacto directo. Por ejemplo, el rollo de hoja de papatla cuesta 15 pesos para 25 tamales, pero aún no se la surten.

Vendedores de tamales dicen que van con cautela y optan por promover los pedidos para evitar pérdidas. Y es que lamentan que la manteca, el pollo y la carne de puerco, así como las mermeladas para los tamales de dulce, “estén por los cielos”.


Manifiestan que lo único barato en esta temporada es el jitomate, pero lo demás se ha encarecido y ellos no pueden subirle tanto al tamal. En Xalapa, el precio promedio está en 12 pesos y solo en restaurantes se incrementa hasta los 30 pesos por pieza.


La expectativa de los vendedores es que no se pierda el comerse un tamal con toda la familia, pues además de preservar tradiciones se fortalecen los vínculos afectivos y se mueve la economía.

Historia


En cuanto a la historia de los tamales, su origen se remonta a la época prehispánica de México; se dice que era un alimento para las grandes fiestas y se preparaba para agradecer la fertilidad de la tierra.

Después de la Conquista este platillo fue adaptándose y complementando sus ingredientes; así se incluyeron los que provenían de Europa, la manteca y la carne de cerdo, en sustitución de verduras como calabaza, quelites y elotes, utilizados inicialmente.



El tamal es un alimento mexicano hecho a base de maíz, relleno de diversos ingredientes. Los hay de frijol, de rajas con queso, de salsa roja, verde, mole, rellenos de carne de puerco o pollo, y de verduras.

Los hay también dulces, de piña con coco o rompope, manjar, cacahuate, fresa, entre otros sabores. El antropólogo Carlos Artemio Benítez menciona que hay aproximadamente 500 recetas en todo el país, las cuales derivan en cerca de 4 mil preparaciones.

Veracruz cuenta con uno de los más grandes, el zacahuil, que se prepara en el norte del estado y cuya trascendencia ha alcanzado la internacionalidad, no solo por su tamaño sino también por la forma de elaboración, y es que se cuece bajo la tierra.



En cuanto a la tradición de comer tamales el 2 de febrero, la publicación “Raíces y sabores de México” explica que el Día de la Candelaria es una celebración totalmente católica.

El rito inicia con la Navidad, que es cuando nace el niño Jesús y se coloca en el pesebre donde estará hasta el día 2 que se levanta y se viste para presentarlo a la iglesia.



Antes se acostumbra cortar una rosca el Día de Reyes y quien encuentra un niño de plástico será quien ofrezca tamales en el “levantamiento” del Niño de su pesebre. Esta tradición es ampliamente difundida, sin importar estratos sociales o económicos. Su carácter es eminentemente popular.

Tamaleras afectadas por incremente de insumos

Veracruz, Ver.- La “tamaliza” de las fiestas de la Candelaria se ha convertido en una de las más ricas tradiciones en Veracruz donde se ofrece una extensa variedad de sabores, colores y olores.


Tamales de masa, de barbacoa, de elote, de verduras, con mole, fríjoles, de coco, zanahoria, piña, verdes y demás son algunas de las opciones que “tamaleras” de esta región de Veracruz ofrecen a todos los que resultaron afortunados con el “muñequito” en la tradicional Rosca de Reyes.



María del Rosario Ruiz Blanco, se ha dedicado a la elaboración de los tamales dulces y salados para fiestas, reuniones y por supuesto ya tiene pedidos para las fiestas de la Candelaria.

Menciona que en su caso no es el tradicional tamal de elote y masa, ya que aunque su producto también se elabora con masa se combina con sabores, utilizando el dulce y la sal.

Detalla que junto con su hija Lupita también ofrecen el tamal de masa y elote, sin embargo, en la actualidad la gente quiere más opciones.



“Yo trabajo los tamales de la hoja de maíz, ya salimos de lo tradicional, no es solo de masa y de elote porque, aunque también lleva masa lo combinamos con sabores salado y de dulces. Por ejemplo, uno de los tamales con más demanda es el de frijoles, que lleva frijol y aguacatillo, también ofrecemos el de verdura y los dulces preparados con coco y piña, la gente cada vez quiere más opciones de sabores y también hacemos el tamal con mole es muy rico”, señala.

Los insumos principales para la preparación son la hoja de maíz, aceite, manteca, mantequilla, sal, azúcar y para un mejor sabor, no hay como el fogón de leña donde se dejan por poco más de dos horas.

Rosario comenta que los precios de los tamales son de entre 10 a 25 pesos, según el sabor y el tamaño sin embargo refiere que con el alza en los insumos las tamaleras también se ven afectadas.



Por ello, los tamales que llevan carne y pollo, se dan más caros y los de verduras y dulces pueden ser más baratos, aunque en los mercados el frijol, el chile, el chayote, la zanahoria y otros insumos también han tenido ajuste en sus precios de entre cinco a 17 pesos.

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“Para un mejor sabor no hay como la leña y así nos ahorramos el gas, pero la leña también ya está cara y qué decir del aceite, la mantequilla, en el caso de los tamales de verdura lleva chile, chayote y estos dos han subido de precios, en los tamales de rajas utilizamos el queso y el chile y también han estado caros”, refiere.



Según la historia, el 2 de febrero se come tamales en conmemoración de la presentación de Jesús en el templo después de la cuarentena, ya que la fiesta anunciaba el nacimiento del Sol en el calendario Azteca.

Con información de Ingrid Ruiz

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