Orizaba, Ver.- Gabriela es una estudiante con debilidad visual, y se prepara para ser maestra en educación especial, por ello todos los días va y viene por las diversas calles de Orizaba ya que por la mañanas presta sus servicios en un Centro de Atención Múltiple (CAM) y por la tarde va a la escuela.
“Conozco la mayor parte de las calles, y puedo decirles que aún con todo lo avanzado en el municipio, aún falta infraestructura para las personas con discapacidad visual o débiles visuales, precisa.
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“Las rampas están muy paradas, no tienen el declive apropiado y eso nos provoca un tropiezo o una caída”, detalla.
Añade: “Pero no solo es eso, las banquetas están muy angostas, hay muchos baches y eso hace que la movilidad se nos dificulte”.
Según la estudiante, también se han encontrado poste a mitad dela banqueta, ventanas salidas, escalones en la banqueta, rejas y puertas abiertas, además de las protecciones metálicas que les ponen a medidores de luz.
“Precisamente tengo una anécdota con una rejilla de medidor, en una ocasión caminaba al lado de mi guía, pero iba distraído y no me dijo nada y entonces rebote al golpearme la cara”, narra la entrevistada, quien a raíz de ese percance tiene prótesis dental.
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¿Hay semáforos sonoros para personas con discapacidad visual?
Gabriela dice que otro problema para su desplazamiento es la falta de semáforos sonoros, y que los automovilistas respeten a las personas con deficiencia visual para permitirles el paso al hacerles el alto con sus bastones, pues en la mayoría de las veces llegan a golpear el bastón con los vehículos, al no respetarles el paso.
¿Cuánto cuesta un bastón blanco para ciegos?
La entrevistada lamentó este tipo de situaciones, ya que el bastón es un utensilio prioritario para ellos y un simple golpe puede dejarlo inservible y son de costos elevados, hay bastones desde los 250 pesos, hasta los 2500, dependiente el material.
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Sobre el uso de perro guía o lazarillo, la entrevistada dejo en claro que son muy buenos porque aparte de guiarlos les sirven de compañía, pero la sociedad a un no está preparados para verlos entrar a una tienda de autoservicio, a un restaurante o a algún centro departamental y les cierran el paso a ambos.
Gabriela pidió a las personas en general que cuando vean a una persona con discapacidad la ayuden, sobre todo si van a cruzar una calle, y a los automovilistas, que detengan su carrera y les cedan el paso.
Nota publicada en El Sol de Orizaba
