Córdoba, Ver.- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el obispo de la Diócesis de Córdoba, monseñor Eduardo Carmona Ortega, señala que aunque se habla mucho de los avances y el reconocimiento a la labor de la mujer, en la vida real aún hay mucho por hacer por este sector.
“Hay que reconocer que falta mucho por hacer todavía, es paradójico, porque pareciera que avanzamos en el reconocimiento, en la dignidad y en la vida real no es así, todavía tenemos muchas cosas de desventaja para las mujeres en muchos sentidos”, dice.
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Por lo que señala es urgente seguir trabajando para lograr el reconocimiento real y la valoración del papel de la mujer dentro de la sociedad y de cada sector de la población, siempre buscando su dignificación.
Más cuando, dice, han sido un sector muy vulnerado y foco de muchas agresiones como desapariciones, violaciones a sus derechos y feminicidios y que por ende requiere de más atención para lograr una verdadera equidad de género.
“Aparentamos haber hecho muchas conquistas, muchos logros, pero en la realidad hay una desventaja todavía para la mujer” señala el máximo jerarca de la grey católica en entrevista dominical al concluir la eucaristía en la Catedral de la Inmaculada Concepción.
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Y quien afirma que si bien son muchas las demandas que tienen las mujeres, también es cierto que se debe seguir en todo momento el camino de la paz, el diálogo, la justicia, las leyes y en el marco del orden jurídico para lograr alcanzar conquistas que mejoren si vida.
“Yo pienso que el camino siempre va a ser el del diálogo, pienso que siempre va a ser el de la justicia, las leyes, en el orden jurídico viene, ese es el camino real donde se van a conseguir estas carencias que las mujeres tienen” dice.
Sostiene que desde siempre la mujer ha jugado un papel importante en la sociedad, pues no se debe olvidar que todos venimos de una mujer y por ende hay que reconocer su labor a favor de la humanidad y por ende requieren de acciones concretas para salvaguardarlas.
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“Definitivamente todos provenimos de una mujer, el mismo Cristo Jesús tiene como madre una mujer, la Iglesia es mujer, entonces qué decir que todos reconocemos su grandeza, su inteligencia y alegrarnos con la convicción de que existen y de que falta mucho por hacer por ellas”, puntualiza.
