Córdoba, Ver.- Los programas sociales asistencialistas implementados por el Gobierno Federal lejos de ayudar solo están provocando que cada vez la población sea más dependiente de los mismos, cuando deberían impulsar a las familias en situación de vulnerabilidad a superarse, señala el sacerdote Domingo Ortiz Medina, párroco del Sagrario de la Catedral de la Inmaculada Concepción.
Esta situación, aunada a la emergencia sanitaria por Covid-19, ha provocado que la pobreza extrema en la zona urbana se haya incrementado de manera considerable, según su experiencia en la entrega de despensas a bajo costo, pues antes de pandemia recibían hasta 40 solicitudes de despensas tan solo en Catedral, ahora esa cifra se ha duplicado.
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“El asistencialismo es muy peligroso, o sea el solo dar, es un fenómeno que se tiene que revisar, no nos podemos quedar en puro asistencialismo porque la gente no valora. Ha aumentado la pobreza, la necesidad en la zona centro”, comenta el prelado cordobés quien destaca que aunque no tienen los mecanismos para poder determinar unas estadísticas para medir la pobreza si lo han detectado en cuanto al incremento de apoyos sociales.
Lamentablemente, dice, que el gobierno federal ha dirigido sus políticas de apoyo a la población vulnerable a través de programas asistencialistas que solo han provocado que la población beneficiaria sea 100 por ciento dependiente de todo este tipo de programas y apoyos sin la necesidad de hacer el más mínimo esfuerzo por mejorar su calidad de vida y la de sus respectivas familias.
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“El asistencialismo como primera fase está bien, pero no puedes tener a una persona en asistencialismo un año, con todo respeto, el gobierno está cayendo en un asistencialismo que perjudica a los beneficiarios, por lo cual se debe buscar una segunda fase de la caridad, que es la promoción, es decir, ayudar a las familias a superar su situación”, precisa.
Y reitera que desde la Iglesia Católica, en la Pastoral Social, han detectado a familias que se han dedicado a vivir de ese tipo de programas por años pues han encontrado ahí un modus vivendi al acercarles todo lo que requieren para sobrevivir, quizá no con comodidades, pero sí con lo básico.
Iglesia realizará estudios socioeconómicos
Recuerda que han detectado gente que se acerca a la iglesia a pedir apoyos cuando no lo requieren, por lo cual han activado a trabajadores sociales para la realización de estudios socioeconómicos a todo aquel que llegue a pedir algún tipo de ayuda a la iglesia a fin de que los recursos que distribuyen sean dirigidos a quien realmente lo necesita.
“Nosotros como pastoral social ya descubrimos que pasamos de pobreza a pobreza extrema porque sí hay gente que vive con las lonas de los políticos, con refrigeradores viejos tienen las puertas de sus casas, a esas personas si se les ayuda, pero se les sigue haciendo estudios para ver cómo se esfuerza para salir adelante”, puntualiza.