Proponen penas de 4 a 8 años a quien difunda contenido sexual digital

La intimidad no debe ser revelada por nadie y sí las víctimas fueran menores de edad esas conductas deben ser sancionadas de manera ejemplar

Itzel Molina

  · viernes 18 de enero de 2019

Xalapa, Ver.- La diputada del Partido Acción Nacional (PAN) Monserrat Ortega Ruiz propuso modificar el Código Penal local para aplicar penas de cuatro a ocho años a quien difunda contenido sexual digital sin el consentimiento de la persona involucrada y se incrementará la sanción cuando se trate de venganza sentimental.

La legisladora mencionó que comete delitos contra la privacidad sexual quien por cualquier medio divulgue, comparta, distribuya, publique o solicite imágenes, audios o videos de una persona desnuda parcial o totalmente de contenido íntimo o erótico sexual, ya sea impreso, grabado o digital, sin el consentimiento de la víctima.

“En los últimos años, hemos advertido que uno de los actos que más riesgo representa a la juventud de hoy en día y de forma particular a las mujeres es la violación a la privacidad sexual, por medio de la difusión de imágenes personales de contenido erótico-sexual y, precisamente, la falta de regulación en el uso de internet y de las redes sociales que ha permeado de manera dolosa y sin el consentimiento de las víctimas”, dijo.

Refirió que la intimidad no debe ser revelada por nadie, si no media consentimiento tratándose de personas mayores de edad, quienes pudieren ser perjudicados o dañados en su imagen, y en los casos en que las víctimas sean menores de edad esas conductas deben ser sancionadas de manera ejemplar, pues con esa acción ilícita se les afecta de manera radical su forma de vida, incluyendo en muchas ocasiones el suicidio.

Destacó que en la entidad se han detectado mercados de explotación digital, sobre todo en plataformas como Facebook y Twitter, donde se publican contenidos íntimos sin consentimiento de mujeres u hombres y de menores de edad, sin restricciones; principalmente estas publicaciones acaban en diferentes tipos de violencia digital como la ciberpersecución, la sextorción y la trata virtual de personas, sin que exista un marco jurídico que las regule.