/ sábado 4 de mayo de 2024

El cultivo de las artes en la escuela

En Reencuentro, publicación de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco México, Lourdes Palacios, docente e investigadora del Instituto Nacional de Bellas Artes, aborda en el artículo “El valor del arte en el proceso educativo” algunas de las principales posiciones que existen en la actualidad para sustentar teóricamente la presencia de las artes en la escuela: desde la psicología Rudolf Arnheim entiende a los sentidos como la base sobre la que se construye la vida cognitiva, y a las artes como los medios idóneos para enriquecer las experiencias sensitivas.

Él concibe a las artes como los medios privilegiados para proporcionar estímulos sensitivos, las considera materias centrales para el desarrollo de las sensibilidades y para la imaginación. El sistema sensorial se debe usar inteligentemente y debería ser un compromiso de la agenda educativa.

En las Aportaciones desde la neurobiología, algunos científicos afirman que son las experiencias tempranas las que contribuyen a la formación de los circuitos cerebrales, y que las experiencias sensoriales son fundamentales en la conformación de las estructuras del pensamiento, coinciden además en afirmar que es en la edad temprana cuando se encuentran abiertas las llamadas ventanas de oportunidad. Por su parte, Howard Gardner expone las diferencias entre el pensamiento científico y el artístico. Desde su punto de vista, el arte y la ciencia ocupan lugares semejantes dentro del amplio mundo del conocimiento humano. Al mismo tiempo, plantea algunas reflexiones en torno al tema de las artes, la educación y su significado en la sociedad contemporánea.

La escuela, nos dice Elliot W. Eisner, debiera ser el espacio en donde se brinde la oportunidad para el desarrollo de las diferentes aptitudes y para la promoción de las múltiples formas de inteligencia. Considera que la escuela actual limita las formas de representación a las palabras y los números, lo cual genera desigualdades educativas; para él existen otras fuentes de la comprensión humana como pueden ser la música, la poesía, la danza, la arquitectura, los ritos y rituales de un pueblo, los refranes, la comida, etcétera. Eisner hace énfasis en la necesidad de que la escuela promueve la diversidad curricular y la equidad educativa. El estudiante debe encontrar en la escuela la oportunidad de experimentar con diferentes formas de representación y la posibilidad de elegir aquella que corresponda a sus aptitudes y que satisfaga plenamente sus intereses, comenta Lourdes Palacios.

Concretamente, Monserrat Moreno y Genoveva Sastré exponen que en “el futuro cercano, la institución educativa deberá ocuparse seriamente de la necesidad de crear espacios en la escuela para el aprendizaje emocional y para el desarrollo del conocimiento en el campo afectivo y relacional. El arte, en este sentido, ocupa un papel de suma importancia, dado que tiene la cualidad de conectar y comprometer los sentimientos, las emociones y los afectos, humanizando en lo más profundo el proceso de desarrollo del niño. Estas ideas nos refuerzan la pertinencia del arte y especialmente de la música en la escuela”.

Como se ha visto, el arte tiene numerosos beneficios para el desarrollo integral del estudiante. “Por un lado, estimula la creatividad y la imaginación, permitiendo a los estudiantes explorar nuevas ideas y soluciones. Además, fomenta la autoexpresión y la confianza en sí mismos, ya que les brinda la oportunidad de expresar sus emociones y pensamientos de forma única y personal. El arte también promueve la empatía y el respeto hacia las diferentes formas de expresión, fomentando la tolerancia y la diversidad. Por último, el arte desarrolla habilidades motoras finas y coordinación, a través de actividades como dibujar, pintar o esculpir”.

Historioteca expone: Para integrar el arte de manera efectiva en el currículo escolar, es importante adoptar estrategias que fomenten su inclusión en todas las áreas del conocimiento. Algunas de estas estrategias pueden incluir la realización de proyectos interdisciplinarios que combinan el arte con otras asignaturas, la incorporación de visitas a museos y exposiciones como parte del plan de estudios, la inclusión de actividades artísticas en la planificación de las clases y la participación en concursos y eventos artísticos. El docente desempeña un papel fundamental en la enseñanza del arte, ya que es el encargado de motivar y guiar a los estudiantes en su exploración artística. A través de la enseñanza del arte, el docente también puede fomentar el pensamiento crítico, la apreciación estética y el respeto hacia las diferentes manifestaciones artísticas.

“El arte desempeña un papel crucial en la educación, ya que promueve la creatividad, la expresión personal. A través del arte, los estudiantes desarrollan habilidades y competencias que les permiten enfrentar los desafíos del mundo real. La integración efectiva del arte en el currículo escolar requiere estrategias que fomenten su inclusión en todas las áreas del conocimiento. El docente desempeña un papel fundamental en la enseñanza del arte, brindando el apoyo y la orientación necesarios para que los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades artísticas. Aunque existen desafíos en la implementación del arte en el aula, existen soluciones que permiten superarlos y garantizar la inclusión del arte en la educación”. Si verdaderamente entendemos al ser humano como totalidad que integra inteligencia y sentimiento, la educación deberá abrir un espacio a un aspecto fundamental que ha quedado soslayado, el de la afectividad y las emociones. Recobremos la sonrisa de nuestros niños y jóvenes en el aula, en la escuela, donde los sentimientos, las emociones, los afectos, sean considerados componentes humanos de gran valía.

En Reencuentro, publicación de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco México, Lourdes Palacios, docente e investigadora del Instituto Nacional de Bellas Artes, aborda en el artículo “El valor del arte en el proceso educativo” algunas de las principales posiciones que existen en la actualidad para sustentar teóricamente la presencia de las artes en la escuela: desde la psicología Rudolf Arnheim entiende a los sentidos como la base sobre la que se construye la vida cognitiva, y a las artes como los medios idóneos para enriquecer las experiencias sensitivas.

Él concibe a las artes como los medios privilegiados para proporcionar estímulos sensitivos, las considera materias centrales para el desarrollo de las sensibilidades y para la imaginación. El sistema sensorial se debe usar inteligentemente y debería ser un compromiso de la agenda educativa.

En las Aportaciones desde la neurobiología, algunos científicos afirman que son las experiencias tempranas las que contribuyen a la formación de los circuitos cerebrales, y que las experiencias sensoriales son fundamentales en la conformación de las estructuras del pensamiento, coinciden además en afirmar que es en la edad temprana cuando se encuentran abiertas las llamadas ventanas de oportunidad. Por su parte, Howard Gardner expone las diferencias entre el pensamiento científico y el artístico. Desde su punto de vista, el arte y la ciencia ocupan lugares semejantes dentro del amplio mundo del conocimiento humano. Al mismo tiempo, plantea algunas reflexiones en torno al tema de las artes, la educación y su significado en la sociedad contemporánea.

La escuela, nos dice Elliot W. Eisner, debiera ser el espacio en donde se brinde la oportunidad para el desarrollo de las diferentes aptitudes y para la promoción de las múltiples formas de inteligencia. Considera que la escuela actual limita las formas de representación a las palabras y los números, lo cual genera desigualdades educativas; para él existen otras fuentes de la comprensión humana como pueden ser la música, la poesía, la danza, la arquitectura, los ritos y rituales de un pueblo, los refranes, la comida, etcétera. Eisner hace énfasis en la necesidad de que la escuela promueve la diversidad curricular y la equidad educativa. El estudiante debe encontrar en la escuela la oportunidad de experimentar con diferentes formas de representación y la posibilidad de elegir aquella que corresponda a sus aptitudes y que satisfaga plenamente sus intereses, comenta Lourdes Palacios.

Concretamente, Monserrat Moreno y Genoveva Sastré exponen que en “el futuro cercano, la institución educativa deberá ocuparse seriamente de la necesidad de crear espacios en la escuela para el aprendizaje emocional y para el desarrollo del conocimiento en el campo afectivo y relacional. El arte, en este sentido, ocupa un papel de suma importancia, dado que tiene la cualidad de conectar y comprometer los sentimientos, las emociones y los afectos, humanizando en lo más profundo el proceso de desarrollo del niño. Estas ideas nos refuerzan la pertinencia del arte y especialmente de la música en la escuela”.

Como se ha visto, el arte tiene numerosos beneficios para el desarrollo integral del estudiante. “Por un lado, estimula la creatividad y la imaginación, permitiendo a los estudiantes explorar nuevas ideas y soluciones. Además, fomenta la autoexpresión y la confianza en sí mismos, ya que les brinda la oportunidad de expresar sus emociones y pensamientos de forma única y personal. El arte también promueve la empatía y el respeto hacia las diferentes formas de expresión, fomentando la tolerancia y la diversidad. Por último, el arte desarrolla habilidades motoras finas y coordinación, a través de actividades como dibujar, pintar o esculpir”.

Historioteca expone: Para integrar el arte de manera efectiva en el currículo escolar, es importante adoptar estrategias que fomenten su inclusión en todas las áreas del conocimiento. Algunas de estas estrategias pueden incluir la realización de proyectos interdisciplinarios que combinan el arte con otras asignaturas, la incorporación de visitas a museos y exposiciones como parte del plan de estudios, la inclusión de actividades artísticas en la planificación de las clases y la participación en concursos y eventos artísticos. El docente desempeña un papel fundamental en la enseñanza del arte, ya que es el encargado de motivar y guiar a los estudiantes en su exploración artística. A través de la enseñanza del arte, el docente también puede fomentar el pensamiento crítico, la apreciación estética y el respeto hacia las diferentes manifestaciones artísticas.

“El arte desempeña un papel crucial en la educación, ya que promueve la creatividad, la expresión personal. A través del arte, los estudiantes desarrollan habilidades y competencias que les permiten enfrentar los desafíos del mundo real. La integración efectiva del arte en el currículo escolar requiere estrategias que fomenten su inclusión en todas las áreas del conocimiento. El docente desempeña un papel fundamental en la enseñanza del arte, brindando el apoyo y la orientación necesarios para que los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades artísticas. Aunque existen desafíos en la implementación del arte en el aula, existen soluciones que permiten superarlos y garantizar la inclusión del arte en la educación”. Si verdaderamente entendemos al ser humano como totalidad que integra inteligencia y sentimiento, la educación deberá abrir un espacio a un aspecto fundamental que ha quedado soslayado, el de la afectividad y las emociones. Recobremos la sonrisa de nuestros niños y jóvenes en el aula, en la escuela, donde los sentimientos, las emociones, los afectos, sean considerados componentes humanos de gran valía.