/ sábado 27 de abril de 2024

Los intelectuales mexicanos de 1915

Ahora se ha hecho común denostar obra y vida de los intelectuales en México por el gobierno de la República. Y aunque no es nueva la apreciación se insiste que ellos dejan de identificarse con las necesidades más apremiantes de su momento histórico. Uno de tantos a quien se le ha censurado por sus opiniones políticas del poder presidencial es Enrique Krause. Doctor en Historia por El Colegio de México (1969-1974), editor, crítico, historiador y escritor quien ha investigado sobre el papel de los intelectuales y es reconocido por las diversas obras que hablan de ello.

En 1972 el Centro de Estudios Históricos de la Universidad Veracruzana (UV) editó las dos primeras partes de un ensayo titulado “Los intelectuales mexicanos de 1915”. Ahí Krause sienta las bases de futuros estudios acerca de este tema. Hace una reflexión general sobre la misión del intelectual en la sociedad. El desarrollo del concepto “Intelectual” es seguido junto con los momentos históricos que han llevado a cambios sustanciales en ellos, y a los momentos en que las necesidades de una determinada sociedad han llevado a emplear, valorar, criticar o desechar a los llamados “intelectuales”. Asimismo, cómo los “intelectuales” se identifican -o dejan de identificarse- con la sociedad.

La mención a los “Intelectuales Mexicanos” que hace a lo largo del texto, ¿cómo se ha desarrollado la inteligencia en México? ¿Qué características han manifestado? ¿Son lo que dicen ser tantos llamados intelectuales en México? ¿Qué características de falsedad o certeza presentan los “ intelectuales” de esas fechas”: Estas y otras interrogantes que plantea Krause invitan a la polémica, a la reflexión, al replanteamiento y la desmitificación del “intelectual” en México.

Narciso Bassols, Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Alberto Vázquez del Mercado y Daniel Cosío Villegas constituyen personalmente y como parte de la “Generación del 15” el núcleo de la investigación desde sus acciones en la Escuela Nacional Preparatoria pasando por la colaboración que hicieran en la Secretaría de Educación (Vasconcelos como ministro), hasta mostrar la diversidad de caminos que personalmente van adoptando estos cinco personajes al paso de los años. Miguel Galindo, investigador del UV, expresó: es importante valorar al intelectual no únicamente por las pocas o muchas cuartillas que escriba sino también por las acciones que lo acompañan, y en el caso de los cinco mencionados por lo ejercido en la etapa de la revolución y en lo posterior.

En su tesis de Doctorado “Los siete sobre México” 1974, Krause plantea: “La inquietud que inició este trabajo fue el estudio del intelectual mexicano y su relación con la política. Una sugerencia de Don Daniel Cosío Villegas lo hizo derivar a un enfoque más limitado y menos abstracto. Si lo que se quería era examinar la tensión entre cultura y poder en México, entre vocación a veces socrática, a veces platónica del intelectual mexicano nada le parecía más conveniente que estudiar el viaje de estos sabios nacidos a la vida política e intelectual, en la tormenta revolucionaria y en un mundo que comenzaba a conocer la experiencia de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) y la Revolución Rusa”.

Apunta Krause “El único ensayo sobre la generación – del 15- ha sido la pauta de esta investigación y lo escribió Daniel Cosío Villegas. Cosío realizó una especie de introspección generacional, una forma de balance de lo que sus compañeros y él mismo habían logrado en cincuenta años de actividad -y creciente impotencia- pública en México y de lo que pudieron haber hecho: Alguna vez se estudiará a fondo- escribía Cosío Villegas- este fenómeno capital de nuestra historia próxima; por hoy bastará decir sumariamente que la revolución nos creó y mantuvo en nosotros por un tiempo largo, largo, la ilusión de que los intelectuales debíamos y podíamos hacer algo por el México nuevo que comenzó a fraguarse cuando no se apagaba completamente la mirada de quienes cayeron en la guerra civil.

Y este hacer algo no era por supuesto escribir o siquiera perorar; era moverse tras una obra de beneficio colectivo. El párrafo famoso sobre la generación del 15, generación de intelectuales-políticos, de hacedores, se encuentra en el “Laberinto de la Soledad”. Si a algunos les viene justo el destino o la identidad del solitario, es a la mayoría de los miembros de este grupo integrado por los siete sabios de México: Antonio Castro Leal, Alberto Vázquez del Mercado, Alfonso Caso, Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Teófilo Olea y Leyva y Jesús Moreno Baca” (quien falleció muy joven).

Krause, autor de las referidas obras, afín a otras generaciones de intelectuales, se ha caracterizado por expresar opiniones políticas que a menudo han sido controvertidas. Ha cuestionado tanto las doctrinas marxistas como las recetas burocráticas del régimen del PRI. Su postura crítica hacia el poder presidencial y su compromiso con la historia y la cultura mexicanas lo han convertido en una figura influyente. Enrique Krause es un intelectual multifacético que ha dejado una huella significativa en la historia, la literatura y el pensamiento crítico de México.

Ahora se ha hecho común denostar obra y vida de los intelectuales en México por el gobierno de la República. Y aunque no es nueva la apreciación se insiste que ellos dejan de identificarse con las necesidades más apremiantes de su momento histórico. Uno de tantos a quien se le ha censurado por sus opiniones políticas del poder presidencial es Enrique Krause. Doctor en Historia por El Colegio de México (1969-1974), editor, crítico, historiador y escritor quien ha investigado sobre el papel de los intelectuales y es reconocido por las diversas obras que hablan de ello.

En 1972 el Centro de Estudios Históricos de la Universidad Veracruzana (UV) editó las dos primeras partes de un ensayo titulado “Los intelectuales mexicanos de 1915”. Ahí Krause sienta las bases de futuros estudios acerca de este tema. Hace una reflexión general sobre la misión del intelectual en la sociedad. El desarrollo del concepto “Intelectual” es seguido junto con los momentos históricos que han llevado a cambios sustanciales en ellos, y a los momentos en que las necesidades de una determinada sociedad han llevado a emplear, valorar, criticar o desechar a los llamados “intelectuales”. Asimismo, cómo los “intelectuales” se identifican -o dejan de identificarse- con la sociedad.

La mención a los “Intelectuales Mexicanos” que hace a lo largo del texto, ¿cómo se ha desarrollado la inteligencia en México? ¿Qué características han manifestado? ¿Son lo que dicen ser tantos llamados intelectuales en México? ¿Qué características de falsedad o certeza presentan los “ intelectuales” de esas fechas”: Estas y otras interrogantes que plantea Krause invitan a la polémica, a la reflexión, al replanteamiento y la desmitificación del “intelectual” en México.

Narciso Bassols, Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Alberto Vázquez del Mercado y Daniel Cosío Villegas constituyen personalmente y como parte de la “Generación del 15” el núcleo de la investigación desde sus acciones en la Escuela Nacional Preparatoria pasando por la colaboración que hicieran en la Secretaría de Educación (Vasconcelos como ministro), hasta mostrar la diversidad de caminos que personalmente van adoptando estos cinco personajes al paso de los años. Miguel Galindo, investigador del UV, expresó: es importante valorar al intelectual no únicamente por las pocas o muchas cuartillas que escriba sino también por las acciones que lo acompañan, y en el caso de los cinco mencionados por lo ejercido en la etapa de la revolución y en lo posterior.

En su tesis de Doctorado “Los siete sobre México” 1974, Krause plantea: “La inquietud que inició este trabajo fue el estudio del intelectual mexicano y su relación con la política. Una sugerencia de Don Daniel Cosío Villegas lo hizo derivar a un enfoque más limitado y menos abstracto. Si lo que se quería era examinar la tensión entre cultura y poder en México, entre vocación a veces socrática, a veces platónica del intelectual mexicano nada le parecía más conveniente que estudiar el viaje de estos sabios nacidos a la vida política e intelectual, en la tormenta revolucionaria y en un mundo que comenzaba a conocer la experiencia de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) y la Revolución Rusa”.

Apunta Krause “El único ensayo sobre la generación – del 15- ha sido la pauta de esta investigación y lo escribió Daniel Cosío Villegas. Cosío realizó una especie de introspección generacional, una forma de balance de lo que sus compañeros y él mismo habían logrado en cincuenta años de actividad -y creciente impotencia- pública en México y de lo que pudieron haber hecho: Alguna vez se estudiará a fondo- escribía Cosío Villegas- este fenómeno capital de nuestra historia próxima; por hoy bastará decir sumariamente que la revolución nos creó y mantuvo en nosotros por un tiempo largo, largo, la ilusión de que los intelectuales debíamos y podíamos hacer algo por el México nuevo que comenzó a fraguarse cuando no se apagaba completamente la mirada de quienes cayeron en la guerra civil.

Y este hacer algo no era por supuesto escribir o siquiera perorar; era moverse tras una obra de beneficio colectivo. El párrafo famoso sobre la generación del 15, generación de intelectuales-políticos, de hacedores, se encuentra en el “Laberinto de la Soledad”. Si a algunos les viene justo el destino o la identidad del solitario, es a la mayoría de los miembros de este grupo integrado por los siete sabios de México: Antonio Castro Leal, Alberto Vázquez del Mercado, Alfonso Caso, Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Teófilo Olea y Leyva y Jesús Moreno Baca” (quien falleció muy joven).

Krause, autor de las referidas obras, afín a otras generaciones de intelectuales, se ha caracterizado por expresar opiniones políticas que a menudo han sido controvertidas. Ha cuestionado tanto las doctrinas marxistas como las recetas burocráticas del régimen del PRI. Su postura crítica hacia el poder presidencial y su compromiso con la historia y la cultura mexicanas lo han convertido en una figura influyente. Enrique Krause es un intelectual multifacético que ha dejado una huella significativa en la historia, la literatura y el pensamiento crítico de México.