/ martes 23 de abril de 2024

El despojo de Morena

El silencio de Rocío Nahle y de Claudia Sheinbaum, en el colmo del oxímoron político, resulta ensordecedor; porque consienten el despojo de las Afores de mexicanos mayores de 70 años, que por distintas situaciones no han ejercido los recursos económicos de los que son dueños legítimos por producto de sus años de vida productiva. Es fundamental resaltar la importancia de los fondos para el retiro acumulados por los trabajadores.

Estos fondos no son simplemente una suma de dinero, sino que representan el fruto del esfuerzo y el trabajo de toda una vida. Para muchas personas, especialmente aquellas de la tercera edad, estos fondos son su principal fuente de sustento una vez que se retiran del mercado laboral.

Es crucial comprender que los fondos para el retiro no son un beneficio gratuito otorgado por el gobierno o el empleador, sino que son una parte integral del salario diferido del trabajador. Todos los que contribuyen una parte de sus ingresos durante años, lo hacen con la expectativa de garantizar su seguridad financiera en la vejez. Por lo tanto, estos fondos representan un derecho adquirido por los trabajadores y deben ser protegidos y respetados como tal por el Estado mexicano.

Para las personas de la tercera edad, el acceso a estos fondos es especialmente significativo. El acceso a esos recursos puede significar el fundamento para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda y atención médica. Retirar arbitrariamente estos fondos o imponer restricciones indebidas a su acceso es una violación flagrante de los derechos humanos fundamentales, en particular el derecho a un nivel de vida adecuado, el derecho a la seguridad social y el derecho a la propiedad.

La reforma legislativa propuesta por la bancada de Morena, constituye un claro abuso de poder y una violación de los derechos humanos de uno de los grupos etarios que se encuentran en mayores condiciones de vulnerabilidad. La transferencia de los fondos para el retiro de mayores de 70 años a un fideicomiso manejado por el gobierno es una acción inaceptable que socava los principios de autonomía y propiedad de los individuos.

Esta medida no solo es injusta, sino que también es profundamente desalentadora para aquellos que han trabajado arduamente y ahorrado diligentemente durante toda su vida laboral, además que plantea un precedente lamentabilísimo porque mañana les puede parecer buena idea disminuir la edad y despojar los fondos para el retiro de los adultos mayores de 65 o 60 años.

Para ilustrar la gravedad de esta reforma, por analogía, la confiscación de las Afores de los mayores de 70 años es como si el gobierno ingrese a nuestras casas para confiscar una alcancía “porque no estamos utilizando ese dinero”, sinceramente a ellos qué les importa. Es un acto de intromisión indebida en la vida privada y una usurpación de los derechos de propiedad de los ciudadanos.

En lugar de imponer medidas coercitivas, el gobierno debería centrarse en informar a los ciudadanos sobre sus derechos y opciones con respecto a sus fondos para el retiro. Debería garantizar que los trabajadores estén plenamente informados sobre el estado de sus cuentas y proporcionarles asistencia para acceder a sus ahorros cuando sea necesario. Además, en el caso de los fallecidos, el Estado tiene la responsabilidad de localizar a los beneficiarios legítimos y facilitarles el acceso a los fondos heredados.

Es tal la infamia que por ello Xóchitl Gálvez y Pepe Yunes se han pronunciado por condenar esta expresión más de abuso de poder de los gobiernos de Morena, en contra de los poseedores de fondos para el retiro que son mayores de 70 años. Como diputada federal, mi voto en contra de esta atrocidad y los diputados integrantes de las bancadas del PRI, PAN y PRD habremos de iniciar los recursos correspondientes de inconstitucionalidad para que la Suprema Corte de nuevo les corrija la plana a los autoritarios de Morena.

*Diputada federal. PRI

@lorenapignon_

El silencio de Rocío Nahle y de Claudia Sheinbaum, en el colmo del oxímoron político, resulta ensordecedor; porque consienten el despojo de las Afores de mexicanos mayores de 70 años, que por distintas situaciones no han ejercido los recursos económicos de los que son dueños legítimos por producto de sus años de vida productiva. Es fundamental resaltar la importancia de los fondos para el retiro acumulados por los trabajadores.

Estos fondos no son simplemente una suma de dinero, sino que representan el fruto del esfuerzo y el trabajo de toda una vida. Para muchas personas, especialmente aquellas de la tercera edad, estos fondos son su principal fuente de sustento una vez que se retiran del mercado laboral.

Es crucial comprender que los fondos para el retiro no son un beneficio gratuito otorgado por el gobierno o el empleador, sino que son una parte integral del salario diferido del trabajador. Todos los que contribuyen una parte de sus ingresos durante años, lo hacen con la expectativa de garantizar su seguridad financiera en la vejez. Por lo tanto, estos fondos representan un derecho adquirido por los trabajadores y deben ser protegidos y respetados como tal por el Estado mexicano.

Para las personas de la tercera edad, el acceso a estos fondos es especialmente significativo. El acceso a esos recursos puede significar el fundamento para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda y atención médica. Retirar arbitrariamente estos fondos o imponer restricciones indebidas a su acceso es una violación flagrante de los derechos humanos fundamentales, en particular el derecho a un nivel de vida adecuado, el derecho a la seguridad social y el derecho a la propiedad.

La reforma legislativa propuesta por la bancada de Morena, constituye un claro abuso de poder y una violación de los derechos humanos de uno de los grupos etarios que se encuentran en mayores condiciones de vulnerabilidad. La transferencia de los fondos para el retiro de mayores de 70 años a un fideicomiso manejado por el gobierno es una acción inaceptable que socava los principios de autonomía y propiedad de los individuos.

Esta medida no solo es injusta, sino que también es profundamente desalentadora para aquellos que han trabajado arduamente y ahorrado diligentemente durante toda su vida laboral, además que plantea un precedente lamentabilísimo porque mañana les puede parecer buena idea disminuir la edad y despojar los fondos para el retiro de los adultos mayores de 65 o 60 años.

Para ilustrar la gravedad de esta reforma, por analogía, la confiscación de las Afores de los mayores de 70 años es como si el gobierno ingrese a nuestras casas para confiscar una alcancía “porque no estamos utilizando ese dinero”, sinceramente a ellos qué les importa. Es un acto de intromisión indebida en la vida privada y una usurpación de los derechos de propiedad de los ciudadanos.

En lugar de imponer medidas coercitivas, el gobierno debería centrarse en informar a los ciudadanos sobre sus derechos y opciones con respecto a sus fondos para el retiro. Debería garantizar que los trabajadores estén plenamente informados sobre el estado de sus cuentas y proporcionarles asistencia para acceder a sus ahorros cuando sea necesario. Además, en el caso de los fallecidos, el Estado tiene la responsabilidad de localizar a los beneficiarios legítimos y facilitarles el acceso a los fondos heredados.

Es tal la infamia que por ello Xóchitl Gálvez y Pepe Yunes se han pronunciado por condenar esta expresión más de abuso de poder de los gobiernos de Morena, en contra de los poseedores de fondos para el retiro que son mayores de 70 años. Como diputada federal, mi voto en contra de esta atrocidad y los diputados integrantes de las bancadas del PRI, PAN y PRD habremos de iniciar los recursos correspondientes de inconstitucionalidad para que la Suprema Corte de nuevo les corrija la plana a los autoritarios de Morena.

*Diputada federal. PRI

@lorenapignon_