En materia de la política, existen fenómenos reveladores que merecen un análisis profundo desde la sociología política. Uno de estos eventos recientes que merece atención, es el abucheo a una candidata a la gubernatura, sobre la que existe la estimación generalizada de que es una desarraigada y pesan sobre ella señalamientos contundentes que delinean actos de corrupción.
Su primera rueda de prensa en un conocido café del puerto de Veracruz, dejó en claro el por qué su candidata presidencial prefirió no acompañarla en su primera jornada de campaña. Este episodio, aparentemente simple, es en realidad un síntoma de tensiones y dinámicas sociales más amplias que merecen ser exploradas.
El abucheo, como forma de expresión desaprobatoria, es un fenómeno complejo que puede ser interpretado a través de diversos marcos teóricos sociológicos. En este caso particular, podemos analizarlo desde la perspectiva de la teoría del conflicto social y la teoría de la identidad colectiva.
Desde la teoría del conflicto social, el abucheo puede entenderse como una manifestación de la polarización y la desconfianza que caracterizan a la sociedad contemporánea. La candidata, acusada de corrupción, representa para muchos ciudadanos la encarnación de un sistema político corrupto y alejado de los intereses del pueblo. En este contexto, el abucheo se convierte en un acto de resistencia simbólica, una forma de rechazar y desafiar el status quo político que se percibe como opresivo y excluyente.
Por otro lado, desde la teoría de la identidad colectiva, el abucheo puede ser interpretado como una expresión de solidaridad y cohesión grupal. La multitud que abuchea a la candidata se convierte en un símbolo de la comunidad, unidos en su rechazo a una figura que consideran nociva para sus intereses comunes. El acto de abuchear adquiere entonces un significado colectivo, fortaleciendo los lazos sociales y reafirmando la identidad compartida de los participantes.
Adicional a estas explicaciones teóricas, es importante considerar también los factores contextuales y estructurales que contribuyeron al abucheo: ejemplos, la percepción generalizada de corrupción por una inexplicable acumulación de inmuebles con valor millonario, el sospechoso incremento al triple de la refinería que supuestamente fue el gran proyecto que lideró como secretaria de energía federal y que al momento no ha producido un solo litro de gasolina, además de la falta de confianza en el oficialismo morenista en general, derivado de su ineptitud para combatir la creciente desigualdad social y su estrategia fallida para conceder seguridad pública para todos; son solo algunos de los elementos que influyeron en la reacción de la multitud.
Además, lo catastrófico para su causa es que el abucheo fue amplificado a nivel nacional en redes sociales, aunado a que el coro de desaprobación se produjo durante una rueda de prensa, en un espacio público donde las voces de los ciudadanos pudieron también ser escuchadas y amplificadas en otros medios nacionales.
En conclusión, el abucheo a una candidata señalada por corrupción y abuso de poder, desde la teoría del conflicto social y la teoría de la identidad colectiva, podemos entenderlo como una manifestación de resistencia y solidaridad grupal frente a un sistema político percibido como corrupto e injusto. Yo tengo claro que Veracruz se ha convertido en la vanguardia de la oposición nacional y confío en que la ciudadanía del país actuará con valentía y responsabilidad, para vetar a Morena y sus representantes con votos en contra del autoritarismo y a favor de la democracia.
@lorenapignon_ Diputada federal