Este sexenio se caracterizó por edificar magnas obras, muy a capricho del presidente de la República, lamentablemente son edificaciones inconclusas, estériles e improductivas, que a la fecha no han generado beneficios a los mexicanos.
Desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, y ahora el Tren Maya, todas ellas con el sello “transformador” de la 4T, que son tan improductivas que solo parecen servir de adorno.
Las obras insignias de este gobierno morenista son obras inconclusas, las tres han sido inauguradas por el titular del Ejecutivo sin estar terminadas, sin operar en su total capacidad, y en las cuales, desde su inicio han estado plagadas de opacidad.
Como la ocurrencia del AIFA, que desde su inauguración y sin estar completamente terminado, el aeropuerto ha venido trabajando con puras pérdidas ante el fracaso en su operación y por ello este gobierno inyecta más de 2 mil millones de pesos del dinero de los impuestos y promueve decretos recurrentes para minimizar cada que puede al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La Refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, que fue inaugurada el 1 de julio del año pasado, a la fecha no ha refinado ni un solo barril de nada, y que fue edificada bajo adjudicaciones directas a empresas fantasmas y ha gastado más del doble de recurso en su construcción; para ser precisos más de 18 mil millones de dólares.
Y ahora el Tren Maya, y no es que esté en contra de la construcción de obras, todo lo contrario, hace más falta inversión para que la economía de los mexicanos mejore, pero deben ser obras completamente planificadas para que sean completamente productivas.
La semana pasada el inquilino sexenal inauguró el Tren Maya en solo un tramo, dejando de trasfondo cero transparencia en los recursos utilizados, la devastación de miles de hectáreas de selva en el sureste del país y la destrucción del ecosistema por donde pasará el tren.
Y todavía se atreven a comparar esta obra como “la llegada del hombre a la luna”, cuando es otra obra inconclusa de la 4T, que al igual que las otras dejará solo un derrame de interminables pérdidas que al final terminaremos pagando todos los mexicanos.
Y más en una obra que quizá en su construcción sí ha generado empleos, pero también mucho desastre, y en donde no habrá dinero que pueda reconstruir la destrucción que han dejado en los cenotes, la flora y fauna que terminó convertida en escombro y una completa devastación ecológica.
*Senador por Veracruz. PAN
