/ lunes 11 de diciembre de 2023

PISA: la prueba del fracaso de la Nueva Escuela Mexicana

La educación en México es un desastre. Según los resultados de la prueba PISA dados a conocer el martes pasado, los estudiantes de 15 años de nuestro país tuvieron su peor desempeño en matemáticas desde 2006, materia que reprobaron junto a ciencias y lectura.

Pero resulta que para el presente ciclo escolar las matemáticas desaparecieron como asignatura. Para la Nueva Escuela Mexicana sólo son accesorias, por eso dejaron de ser una disciplina independiente. Lo importante es la “ideología humanista” del morenismo y la ineptocracia.

En consecuencia, México experimentó la peor caída en sus resultados desde que participa en PISA en el 2000. Los resultados en las tres habilidades evaluadas bajaron en comparación con las últimas cuatro evaluaciones. Tan solo en comparación con la edición de 2018, el puntaje de México en Matemáticas cayó 14 puntos, 9 en Ciencia y 5 en Comprensión Lectora. ¡Retrocedimos 20 años!

La prueba PISA –la evaluación internacional para conocer las habilidades de estudiantes en materias como ciencias, matemáticas y lectura- puso en evidencia el desmantelamiento del sistema educativo en México. Resultó ser la prueba del fracaso de la llamada “Nueva Escuela Mexicana” de Morena.

En materia educativa, el país es un verdadero cangrejo. Al tiempo que se aumentan los recursos para subsidiar a jóvenes que no estudian y no cuentan con un empleo, el presupuesto para el mejoramiento de las escuelas, la calidad educativa y las becas para estudiantes de excelencia está en caída libre.

México es la economía número once en el mundo. Sin embargo, ocupamos el lugar 99 entre todos los países. El 23.7% de las personas mayores de 16 años no tiene la primaria completa y el 15.9% de la población de los 3 a los 21 años no asiste a la escuela (Coneval); según el Censo de Población y Vivienda 2020, 4 millones 456 mil 431 personas no saben leer ni escribir. Tenemos un rezago educativo en 25.1 millones de personas.

Pero el rezago no sólo es en matemáticas, ciencias o lectura. Tenemos un déficit gravísimo en las habilidades tecnológicas con las que se mueve el mundo: 30 millones de mexicanos no tienen acceso a internet, de ellos el 40% no sabe usarlo y al 25% no le alcanza para pagar el servicio y solo el 44.3% tiene computadora en su hogar.

Volviendo a la prueba PISA. Con un promedio significativamente inferior al estándar de la OCDE, los resultados de México en matemáticas, ciencia y lectura reflejan una crisis educativa profunda. El problema es que, a pesar de los síntomas, el enfermo terminal rechaza los síntomas.

No se trata de una evaluación neoliberal. Los resultados son una señal del sistema educativo y del aprendizaje. PISA mide qué fue lo que aprendieron los estudiantes de 15 años, qué saben, cómo lo aplican y qué tan sólida fue su educación básica, por eso es tan relevante.

Como en cualquier régimen totalitario, hoy la educación en México busca la formación de nuevos militantes, no de profesionistas capaces de resolver los problemas que enfrenta el país. Nos quieren imponer la dictadura de los ignorantes.

La puntita

El desaparecido INSABI contrató empresas de reciente creación que se encuentran en la lista de distribuidores de medicamentos que no cumplen con la regulación sanitaria. Siguen brotando hasta por las alcantarillas los negocios millonarios de los hijos del presidente y sus amigos. Veracruz es un ejemplo.

La educación en México es un desastre. Según los resultados de la prueba PISA dados a conocer el martes pasado, los estudiantes de 15 años de nuestro país tuvieron su peor desempeño en matemáticas desde 2006, materia que reprobaron junto a ciencias y lectura.

Pero resulta que para el presente ciclo escolar las matemáticas desaparecieron como asignatura. Para la Nueva Escuela Mexicana sólo son accesorias, por eso dejaron de ser una disciplina independiente. Lo importante es la “ideología humanista” del morenismo y la ineptocracia.

En consecuencia, México experimentó la peor caída en sus resultados desde que participa en PISA en el 2000. Los resultados en las tres habilidades evaluadas bajaron en comparación con las últimas cuatro evaluaciones. Tan solo en comparación con la edición de 2018, el puntaje de México en Matemáticas cayó 14 puntos, 9 en Ciencia y 5 en Comprensión Lectora. ¡Retrocedimos 20 años!

La prueba PISA –la evaluación internacional para conocer las habilidades de estudiantes en materias como ciencias, matemáticas y lectura- puso en evidencia el desmantelamiento del sistema educativo en México. Resultó ser la prueba del fracaso de la llamada “Nueva Escuela Mexicana” de Morena.

En materia educativa, el país es un verdadero cangrejo. Al tiempo que se aumentan los recursos para subsidiar a jóvenes que no estudian y no cuentan con un empleo, el presupuesto para el mejoramiento de las escuelas, la calidad educativa y las becas para estudiantes de excelencia está en caída libre.

México es la economía número once en el mundo. Sin embargo, ocupamos el lugar 99 entre todos los países. El 23.7% de las personas mayores de 16 años no tiene la primaria completa y el 15.9% de la población de los 3 a los 21 años no asiste a la escuela (Coneval); según el Censo de Población y Vivienda 2020, 4 millones 456 mil 431 personas no saben leer ni escribir. Tenemos un rezago educativo en 25.1 millones de personas.

Pero el rezago no sólo es en matemáticas, ciencias o lectura. Tenemos un déficit gravísimo en las habilidades tecnológicas con las que se mueve el mundo: 30 millones de mexicanos no tienen acceso a internet, de ellos el 40% no sabe usarlo y al 25% no le alcanza para pagar el servicio y solo el 44.3% tiene computadora en su hogar.

Volviendo a la prueba PISA. Con un promedio significativamente inferior al estándar de la OCDE, los resultados de México en matemáticas, ciencia y lectura reflejan una crisis educativa profunda. El problema es que, a pesar de los síntomas, el enfermo terminal rechaza los síntomas.

No se trata de una evaluación neoliberal. Los resultados son una señal del sistema educativo y del aprendizaje. PISA mide qué fue lo que aprendieron los estudiantes de 15 años, qué saben, cómo lo aplican y qué tan sólida fue su educación básica, por eso es tan relevante.

Como en cualquier régimen totalitario, hoy la educación en México busca la formación de nuevos militantes, no de profesionistas capaces de resolver los problemas que enfrenta el país. Nos quieren imponer la dictadura de los ignorantes.

La puntita

El desaparecido INSABI contrató empresas de reciente creación que se encuentran en la lista de distribuidores de medicamentos que no cumplen con la regulación sanitaria. Siguen brotando hasta por las alcantarillas los negocios millonarios de los hijos del presidente y sus amigos. Veracruz es un ejemplo.