Huipiles, una vestimenta de color y tradición

Luis Ángel Sánchez Vargas, es promotor cultural y uno de los pocos hombres que bordan Huipiles tradicionales que datan de los años 1900

Guadalupe Castillo | El Sol de Córdoba

  · sábado 1 de mayo de 2021

Fotos: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

Córdoba, Ver.- El color, los bordados, la tela y la tradición son palabras que describen a los Huipiles una vestimenta típica mexicana que en Amatlán de los Reyes desde el año 1900 empezaron a resaltar pues era muy común ver estos trajes en las mujeres, sin embargo el trabajo elaborado y el tiempo en la realización de estos ha hecho que esta tradición de bordado, deshilado y costura vaya perdiendo tradición.

Luis Ángel Sánchez Vargas, es promotor cultural y uno de los pocos hombres que bordan Huipiles tradicionales que datan de los años 1900 en adelante, él como artesano ha mencionado que cada vez es más notorio el desinterés por el bordado, pero hoy día los jóvenes en su mayoría varones han visto en este empleo un trabajo a largo plaza que si se da una buena venta de la prenda es bien remunerado.

Fotos: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

Son de 4 a 8 meses los que los artesanos tardan en bordar un huipil pues no todos se dedican de tiempo completo al bordado, en técnicas llegan a emplear el cuenta de hebras, que consiste en tomar la tela, deshilarla empezando a trabajar el cuello y los costado del vestido luego con bordados en forma de estrella o de flor se va dando la forma y seguimiento a mano de cada uno de los elementos que conforman esta vestimenta.

El trabajo manual que se lleva y el tiempo dedicado es poco valorado por la población pues se tiene la idea de que los Huipiles son baratos, sin embargo estos llegan a costar entre los 6 mil a 12 mil pesos e incluso más caros.

¿Que hace encarecer la prenda? El tipo y la cantidad de bordados pues a decir del entrevistado en el Museo de Textiles del Museo de Antropología e Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México se tiene una prenda completamente bordada lo que encare su valor si llegara a replicarse.

Fotos: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba

El rojo, azul, verde, amarillo, naranja, morado y rosa son los colores que resaltan sobre el lienzo en blanco, la tela de algodón o manta que actualmente se emplea para los huipiles nos demuestra al arcoíris pintado de diversas formas y puntos que todos los días los artesanos hacen con sus manos.

Sánchez Vargas mencionó que en la actualidad es complicado encontrar los materiales con los que antes se borda a como el hilo de seda, pero usando los materiales de la época actual han dado vida y color a estos trajes que por tradición se ocupan para fiestas patronales de la Iglesia Católica, ritos de agradecimiento a la madre Tierra o fiestas importantes en familias muy tradicionales.

Cuestionado sobre cuando fue la última vez que vio a una persona vestida con huipiles puesto que también los hombres usaban esta vestimenta hecha para ellos sin bordados, dijo que fue en los años 90s cuando una mujer ocupo por última vez estos trajes y en el varón en el 2012.

Recordó que cuando inició con este trabajo de bordado, él siendo un varón en un trabajo que se da principalmente a mujeres, fue señalado y etiquetado de varias formas pero sin importarle tomó valor para continuar con lo que ama y recreando piezas de los años 90s copiandolos de fotos antiguas y usando su creatividad logró hacer 9 huipiles, los cuales están expuestos en "Hilos de vida" esto en el Museo de Córdoba, donde además sus creaciones acompañan a otras vestimentas realizadas por mujeres de Amatlán conformando 22 piezas.

Su sueño es lograr 40 piezas para una exposición completa con su nombre y aunque está laborando todos los días en tiempos espaciados en sus bordados así como ayudando a los jóvenes a mantener y aprender este trabajo, se muestra entusiasta con el trabajo que realiza en el taller de bordado donde él es profesor.

Aunque sus piezas sólo han sido expuestas en Córdoba el reconocimiento que se lleva de la gente que puede apreciar su trabajo es importante aunque no descarta que en un futuro pueda salir del estado para mostrar su trabajo, el de las mujeres y los jóvenes que continúan con esta tradición.

Fotos: Jaime Ramírez | El Sol de Córdoba