Coscomatepec, Ver.- Con la llegada de la Navidad las familias se preparan para adornar las casas y buscan que el tradicional nacimiento luzca natural y colorido por lo que el uso de musgos, bromelias, heno y pascle son una constante sin embargo estas dinámicas ponen en grave riesgo la vida natural hasta llegar al punto de encender los focos de alerta de biólogos y especialistas.
Es el bosque de niebla uno de los principales generadores de musgos y cuenta con la mayor cantidad de especies epífitas, las plantas epífitas son plantas que crecen sobre otras como lo son los musgos que tienen funciones muy específicas e importantes en el medio ambiente que van desde disminuir la erosión del suelo hasta brindar protección algunos animales como son insectos y anélidos.
- Puedes leer también: No solo el Pico, Pueblo Mágico tiene maravillas por conocer; te contamos
“Estas plantas son muy importantes porque su función en la naturaleza es proteger el suelo, evitan la erosión de los suelos, ayudan a que germinen las semillas de otras plantas, los musgos hacen como un efecto de esponja retienen la humedad y hacen que haya mas cantidad de agua, así como en la zona de niebla esta toca los árboles con musgos y se condensa formando gotas de agua que al final llegan al suelo y favorecen a la continuidad de los ciclos biológicos”, explicó el biólogo Alejandro De La Rosa.
De continuar con este consumo inmoderado y no regulado de los musgos y bromelias se pone en peligro todos los ecosistemas al punto de que los mantos acuíferos podrían reducirse de manera considerable dejando en un futuro a un planeta sin agua, según datos de Semarnat hasta el momento se conocen más de 12, 800 especies de los cuales en México son más de 900 las especies de musgos en donde al menos 106 son especies endémicas lo que representa un 10.8%.
El biólogo De la Rosa señaló que estas plantas funcionan como micro ambientes en donde habitan muchos organismos que funcionan como alimentos de otros y forman parte de la cadena trófica que es una serie de organismos que se comen entre ellos haciendo que la energía pase de uno a otro.
En el mercado se ofertan desde 20 pesos la planilla de musgo y en 15 pesos las bolsas de pascle, sin embargo en muchos casos este producto no se vende al 100% ocasionando que de lo sustraído de los bosques para la comercialización se desperdicie al menos un 30% de musgos y epífitas que fueron arrancadas de los bosques y terminarán en el bote de la basura al igual que lo comprado por los consumidores que pasando las fechas navideñas recogen el material y tiran a la basura una gran cantidad de plantas que ayudaban a la filtración del agua en la tierra.
“Creo que se debería hacer una campaña o hacer mayor difusión a esta información para que se busquen alternativas de decoración en vez de usar musgos podrían poner arena, hojas secas, aserrín y otras opciones porque al no haber compradores de plantas epifitas no habría saqueo a los bosques ni arrancarían estas plantas que juegan un papel importantísimo para los ciclos biológicos de los bosques”, expresó el Biólogo.
Como consumidores podemos poner nuestro granito de arena para frenar este saqueo tan solo haciendo consciencia del cuidado del medio ambiente “se habla de extracción de toneladas de musgos que se extraen a nivel nacional de estaciones ilegales que se hacen de manera incontrolada”, por ello se debe pensar y cambiar las tradiciones a favor del medio ambiente afirmó Alejandro De la Rosa Pérez.