De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), enfermedades como el cáncer son una de las más mortales, pues de acuerdo a su último informe realizado en 2020, alrededor de 10 millones de personas fallecieron por esta causa.
El organismo señala que la actividad física, la reducción de consumo de alcohol y cigarros, junto al mantenimiento del peso ideal de acuerdo a tu edad y sexo pueden ser hábitos que contribuyan en la reducción de la aparición de cáncer.
Sin embargo, un estudio publicado en la Agencia Iberoamericana para la difusión de la Ciencia y la Tecnología señala que el romero ha brindado resultados positivos en tratamientos de quimioterapia para el cáncer.
¿Qué es el romero?
El romero es una planta aromática que no solo se usa como ingrediente en la gastronomía sino que tiene además un buen número de propiedades medicinales beneficiosas para el organismo.
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Por ello, cada vez más personas optan por integrarlo en su alimentación habitual, así como usarlo para tratamientos específicos, usándolo en distintos formatos.
Su nombre científico es “Rosmarinus officinalis” y se caracteriza por ser resistente a la temporada tanto de sequías como al frío.
La parte del romero que se utiliza para curar son las hojas secas y, en ocasiones, las flores también en forma de infusión de romero.
¿Qué dice el estudio sobre el romero?
A través de un suplemento nutricional de precisión desarrollado por la española Forchronic “inhibe rutas metabólicas asociadas al crecimiento tumoral y refuerza el sistema inmune del paciente por lo que tiene un efecto preventivo” afirma Enrique Sainz, CEO de la compañía.
El equipo de investigadores está formado por miembros del equipo de lípidos bioactivos de la Universidad Autónoma de Madrid, del grupo de oncología molecular del Instituto IMDEA Alimentación y del Servicio de Oncología del Hospital Infanta Sofía.
“El compuesto tiene un claro efecto protector del sistema inmune por lo que deben completarse los ensayos para conocer sus posibilidades en enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, diabetes tipo I, psoriasis, enfermedad celíaca y esclerosis múltiple” señala el Dr. Guillermo Reglero, catedrático de la UAM, Director del IMDEA Alimentación.
Las plantas medicinales forman parte de la vida cotidiana y por esta razón cada vez más investigadores realizan estudios a profundidad sobre los beneficios y propiedades que poseen para el tratamiento de padecimientos y/o enfermedades graves.
¿Cuál es la evidencia de estudios realizados que relaciona el té con la prevención del cáncer?
Muchos piensan que el té puede reducir el riesgo de cáncer. La mayoría de estudios sobre el té y la prevención del cáncer se han centrado en el té verde. Se ha determinado en estudios con animales que el té o los polifenoles presentes en esta bebida inhiben la oncogénesis en diferentes órganos, incluidos la piel, los pulmones, la cavidad oral, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el colon, el hígado, el páncreas y las glándulas mamarias.
No obstante, los resultados obtenidos en los estudios con seres humanos han sido inconclusos.
Una variedad de plantas asociadas a la prevención de cáncer y otras enfermedades son el romero, la hierbabuena, el tomillo, entre otras, consideradas hierbas aromáticas, tienen unas sustancias llamadas terpenos con un efecto anticancerígeno asegura la fisioterapeuta, Claudia Navarro.
Debes conocer que los expertos no recomiendan aún el consumo frecuente de romero ya que puede desarrollar efectos como irritación en la piel, reacciones alérgicas o vómito.
