Córdoba, Ver.- Es preocupante el inicio de la temporada de "la guayaba" para los campesinos significa el término de la cosecha de café y caña con ello se termina el trabajo para miles de personas que dependen de estos cultivos y que tienen que migrar a otros estados del país en busca de trabajo, señaló Jaime Anaya Romero, secretario general de la CTM en Córdoba.
Solo de la CTM son más de 5 mil obreros que laboran en alguno de los 8 ingenios asentados en la zona centro, de ellos, apenas uno 1,500 son contratados para la reparación de las fábricas, el resto debe buscar otras oportunidades laborales, pero se suman cortadores de caña, fleteros, operadores, cargadores, jefes de campo, encargados de cuadrilla, entre otros trabajos indirectos relacionados con la caña.
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En el caso del café, es casi similar la situación que se vive en más de 20 municipios, entre ellos Córdoba, Atoyac, Yanga, Cuitláhuac, Ixtaczoquitlán, Fortín, Coscomatepec, Ixhuatlán del Café Chocamán, Tomatlán, Amatlán de los Reyes, Omealca, Cuichapa, Tezonapa.
"Muchos obreros que pertenecen a esta organización obrera tienen programadas sus fechas de trabajo como jornaleros agrícolas pero se van a los Estados del norte del país porque en Veracruz ganan 60 pesos el jornal, no alcanza para mantener una familia, ya no alcanza para guardar dinero el tiempo de la cosecha, es una realidad".
Refirió que lamentablemente tiene más de una década que en la zona centro no hay nuevas industrias, por consiguiente no hay trabajo, se sigue manteniendo el número de plazas pero nada nuevo, por ello la gente busca opciones en otros estados o países.
Los meses de la llamada guayaba son mayo, junio, julio, agosto y septiembre, en octubre inician actividades y es el regreso de muchos hombres y mujeres que se dedican a labores del campo.
¿Qué piden a las autoridades encargadas?
Ante esta situación urgen al gobierno en sus tres órdenes, así como diputados y senadores que haya condiciones para que lleguen inversiones y haya por consiguiente generación de fuentes de empleo y no haya necesidad de migrar.
A esto se suman los raquíticos salarios que se pagan por jornal, la gente no vive con 100 pesos al día o menos y es lo que pagan, por eso se van al norte del país, aunque haya condiciones de clima extremos y acepten condiciones laborales deplorables en algunos casos.
Este fenómeno si bien no es nuevo dijo el entrevistado, si se pueden cambiar las políticas públicas para generar mejores condiciones de vida para las familias y que no se vayan de su lugar de origen.