/ domingo 21 de marzo de 2021

Neurateens, grupo de ayuda para niños y adolescentes con problemas emocionales

Paola y Luis ahora son dos adultos que pasaron por este tipo de emociones cambiantes y sentimientos varios cuando eran niños

Córdoba, Ver.- Para los padres, el ver a sus hijos quietos, con actitudes no muy comunes, miedo, dolor en sus rostros es dado a la adolescencia sin embargo también existen casos de neurosis en los menores de edad que muchas veces los llevan al suicidio pero otras más logran pedir ayuda para superar esos problemas emocionales y mentales.

Paola y Luis ahora son dos adultos que pasaron por este tipo de emociones cambiantes y sentimientos varios cuando eran niños, pues si vida empezaba a ser diferente, o al menos eso creían ellos, a los 13 y 14 años respectivamente ingresaron a Neurateens un espacio brindado para los menores dentro del Grupo Buena Voluntad de Neuróticos Anónimos de Córdoba.

Cuando Paola iba a la secundaria no pasaba por su cabeza el tener problemas emocionales pues la tristeza y soledad que llegaba a sentir era visible en sus clases, tenía miedo de participar en clases, miedo a cruzar la calle, sentía dolores de cabeza y falta de respiración, sin embargo esto eran únicamente “síntomas” de cuando estaba en la escuela.

Estos síntomas aumentaban más cuando las clases de matemáticas o química que eran las que no entendía del todo formaban parte de su día en clases y por las tardes en su casa, cuando de tareas se trataba, “me fui dando cuenta que no era normal pues mis compañeros de la escuela conviven y si no les salía algo bien continuaban, pero yo no , yo tenía miedo y angustia que aumentaban con los días, mi mamá me comentó del grupo de Neurateens y yo pensaba que no lo necesitaba”.

Con el paso de los meses vio que estas emociones y miedos no desaparecían pues en su mente creaba escenarios varios para poder quitarse la vida, formaba ideas pequeñas de cómo hacerse daño, sin embargo el pánico que tenía la hizo recordar al grupo de ayuda que su mamá la llevó.

A los 14 años ingresó a Neurateens pues no era normal lo que sentía, “a esa edad se dice que es la juventud y rebeldía, para llamar la atención y yo siendo joven sentía lo contrario, pensaba que mi vida se estaba acabando”.

Paola dijo que por suerte sus padres estuvieron con ella y no comentó los pensamientos de suicidio que tenía, por su mente pasaban muchas cosas que anteriormente no se podían ver, como por ejemplo, tácticas para atentar contra la vida.

Lamentablemente siguió estereotipos de las novelas, donde se marcó que a determinada edad debía ser toda una profesional y físicamente de un aspecto distinto al que poseía siendo una adolescente de 14 años; en la escuela pese a que el miedo a participar le hacía creer que iba mal, sus notas no eran de 10 o 9 pero sí aprobatorias.

Los cambios de cuerpo en la adolescencia no fueron aceptados por ella, ya no quería salir a la calle, solo quería esconderse pues su cuerpo le daba pena, “empecé a quedarme por ratos y luego por días, comía en mi cuarto, fue ahí donde mis tácticas de suicidio aumentaron, cree una idea y esa la fui haciendo grande hasta que llegue a la idea de cómo hacerlo”.

Cuando llegó al grupo de ayuda se sintió identificada, vio que alguien más sentía lo que a ella le daba miedo expresar a sus amigos de escuela.

Siguió sus estudios de secundaria, pasó por la prepa y terminó una carrera profesional, actualmente tiene 35 años y agradece la ayuda pues quizá no hubiese llegado a los 17 años pues se habría quitado la vida.

En tanto Luis perteneció a Neurateens desde los 14 años, se calificó como tímido, sufría de miedo para ir a la escuela pues aunado a sus problemas emocionales desafortunadamente sufrió de bullying, “tenia miedo de agarrarme a golpes, defenderme y que me pegaran, tenía miedo a participar en clases pues pensaba que mis preguntas no eran coherentes y cuando lo hacía se burlaban por eso opté por callarme”.

Sin embargo, en su casa su “segunda personalidad” salía pues recuerda que sus familiares y padres le contaban que tenía buenos temas de conversación, hablaba e incluso bailaba pero el temor de mostrarse como es le hizo enmudecer.

Su vida en la secundaria cambió cuando la niña más bonita de la secundaria se acercó a él y en un horario del receso fue encerrado con ella y fue donde se armó de valor y le pidió que fueran novios, sin embargo, los celos en él se apoderaron de sus sentimientos y le era expresado que le “iban a bajar la novia” por lo que sus emociones eran cambiantes cada día más.

“Le decía que no quería verla platicando con mis amigos pues le echaba la culpa a ella, cuando mi papá me llevo a Neurateens me sentí apoyado, llegue incluso a agredir y pensaba que ella era la que estaba mal, pero en realidad era yo”.

Contó que su papá lo llevo al grupo con la leyenda “te llevaré a un lugar donde te van a ayudar con tus sueños” y no se equivoco pues cambié, me ayudaron y me salvaron, ya que tenía ideas de suicidio.

Mau, es integrante del Grupo de Buena Voluntad 24 horas de Neuróticos Anónimos y comentó que este tipo de pláticas son para menores de 8 a 16 años en un horario de 6:00 pm a 8:00 pm los miércoles y los sábados del medio día a 2:00 de la tarde por zoom.

Finalmente mencionó que tienen por ahora 6 niños dentro del grupo y han tenido aumento en llamadas respecto a pedir información. Para obtener información acerca del grupo se puede comunicar a los teléfonos 71-2-80-42, 71-2-36-35 y 71-6-39-49.

Córdoba, Ver.- Para los padres, el ver a sus hijos quietos, con actitudes no muy comunes, miedo, dolor en sus rostros es dado a la adolescencia sin embargo también existen casos de neurosis en los menores de edad que muchas veces los llevan al suicidio pero otras más logran pedir ayuda para superar esos problemas emocionales y mentales.

Paola y Luis ahora son dos adultos que pasaron por este tipo de emociones cambiantes y sentimientos varios cuando eran niños, pues si vida empezaba a ser diferente, o al menos eso creían ellos, a los 13 y 14 años respectivamente ingresaron a Neurateens un espacio brindado para los menores dentro del Grupo Buena Voluntad de Neuróticos Anónimos de Córdoba.

Cuando Paola iba a la secundaria no pasaba por su cabeza el tener problemas emocionales pues la tristeza y soledad que llegaba a sentir era visible en sus clases, tenía miedo de participar en clases, miedo a cruzar la calle, sentía dolores de cabeza y falta de respiración, sin embargo esto eran únicamente “síntomas” de cuando estaba en la escuela.

Estos síntomas aumentaban más cuando las clases de matemáticas o química que eran las que no entendía del todo formaban parte de su día en clases y por las tardes en su casa, cuando de tareas se trataba, “me fui dando cuenta que no era normal pues mis compañeros de la escuela conviven y si no les salía algo bien continuaban, pero yo no , yo tenía miedo y angustia que aumentaban con los días, mi mamá me comentó del grupo de Neurateens y yo pensaba que no lo necesitaba”.

Con el paso de los meses vio que estas emociones y miedos no desaparecían pues en su mente creaba escenarios varios para poder quitarse la vida, formaba ideas pequeñas de cómo hacerse daño, sin embargo el pánico que tenía la hizo recordar al grupo de ayuda que su mamá la llevó.

A los 14 años ingresó a Neurateens pues no era normal lo que sentía, “a esa edad se dice que es la juventud y rebeldía, para llamar la atención y yo siendo joven sentía lo contrario, pensaba que mi vida se estaba acabando”.

Paola dijo que por suerte sus padres estuvieron con ella y no comentó los pensamientos de suicidio que tenía, por su mente pasaban muchas cosas que anteriormente no se podían ver, como por ejemplo, tácticas para atentar contra la vida.

Lamentablemente siguió estereotipos de las novelas, donde se marcó que a determinada edad debía ser toda una profesional y físicamente de un aspecto distinto al que poseía siendo una adolescente de 14 años; en la escuela pese a que el miedo a participar le hacía creer que iba mal, sus notas no eran de 10 o 9 pero sí aprobatorias.

Los cambios de cuerpo en la adolescencia no fueron aceptados por ella, ya no quería salir a la calle, solo quería esconderse pues su cuerpo le daba pena, “empecé a quedarme por ratos y luego por días, comía en mi cuarto, fue ahí donde mis tácticas de suicidio aumentaron, cree una idea y esa la fui haciendo grande hasta que llegue a la idea de cómo hacerlo”.

Cuando llegó al grupo de ayuda se sintió identificada, vio que alguien más sentía lo que a ella le daba miedo expresar a sus amigos de escuela.

Siguió sus estudios de secundaria, pasó por la prepa y terminó una carrera profesional, actualmente tiene 35 años y agradece la ayuda pues quizá no hubiese llegado a los 17 años pues se habría quitado la vida.

En tanto Luis perteneció a Neurateens desde los 14 años, se calificó como tímido, sufría de miedo para ir a la escuela pues aunado a sus problemas emocionales desafortunadamente sufrió de bullying, “tenia miedo de agarrarme a golpes, defenderme y que me pegaran, tenía miedo a participar en clases pues pensaba que mis preguntas no eran coherentes y cuando lo hacía se burlaban por eso opté por callarme”.

Sin embargo, en su casa su “segunda personalidad” salía pues recuerda que sus familiares y padres le contaban que tenía buenos temas de conversación, hablaba e incluso bailaba pero el temor de mostrarse como es le hizo enmudecer.

Su vida en la secundaria cambió cuando la niña más bonita de la secundaria se acercó a él y en un horario del receso fue encerrado con ella y fue donde se armó de valor y le pidió que fueran novios, sin embargo, los celos en él se apoderaron de sus sentimientos y le era expresado que le “iban a bajar la novia” por lo que sus emociones eran cambiantes cada día más.

“Le decía que no quería verla platicando con mis amigos pues le echaba la culpa a ella, cuando mi papá me llevo a Neurateens me sentí apoyado, llegue incluso a agredir y pensaba que ella era la que estaba mal, pero en realidad era yo”.

Contó que su papá lo llevo al grupo con la leyenda “te llevaré a un lugar donde te van a ayudar con tus sueños” y no se equivoco pues cambié, me ayudaron y me salvaron, ya que tenía ideas de suicidio.

Mau, es integrante del Grupo de Buena Voluntad 24 horas de Neuróticos Anónimos y comentó que este tipo de pláticas son para menores de 8 a 16 años en un horario de 6:00 pm a 8:00 pm los miércoles y los sábados del medio día a 2:00 de la tarde por zoom.

Finalmente mencionó que tienen por ahora 6 niños dentro del grupo y han tenido aumento en llamadas respecto a pedir información. Para obtener información acerca del grupo se puede comunicar a los teléfonos 71-2-80-42, 71-2-36-35 y 71-6-39-49.

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