Córdoba, Ver.- Los usos y costumbres aunado al desinterés de autoridades han provocado que la acciones para erradicar la violencia de género no lleguen a las zonas rurales e indígenas, donde se estima que siete de cada diez mujeres sufren violencia revela Ofelia Tepepa García, representante de la asociación civil Proyecto Círculos Rosa y Azul.
Destaca que son las mujeres indígenas y afrodescendientes las que más presentan la violencia de género, y lamentablemente es donde menos se atiende.
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Por ello reitera que están enfocados en atender estos dos grupos vulnerables, informando, orientando y capacitando a las mujeres para que se atrevan a denunciar y pedir ayuda de especialistas en el tema.
"Es donde nosotros estamos trabajando para lograr que las víctimas se atrevan a pedir ayuda, porque muchas veces la tradición en la familia es que es normal esa violencia en la que vive” comenta la entrevistada.
¿Cuál es la principal violencia que denuncian las mujeres indígenas?
Destaca que los principales casos de violencia que se registran entre estas poblaciones es la física, la emocional, psicológica y la económica y no la externan porque lamentablemente en muchos casos forma parte de los usos y costumbres y de hecho las víctimas no dimensionan el daño que esto significa para ellas y la misma familia.
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Precisa que estas poblaciones son las menos atendidas y donde menos trabajo para erradicar la violencia se ha hecho, pues influyen muchos factores, desde las autoridades, pasando por las culturales y sin dejar de lado lo religiosos, lo que implica un mayor trabajo de coordinación entre todos para poder generar una estrategia que realmente funcione.
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“Las cifras - de violencia de género en zonas rurales - es alta, te puedo decir que al menos un 75 por ciento de las mujeres de estas comunidades sufren violencia, siendo la física, psicología y emocional son las que más se registran”, comenta, pero también reconoce que es lo que menos se denuncia.
Sobre todo porque muchas veces, las víctimas que se animan a proceder legalmente contra su agresor son revictimizadas por las mismas autoridades de la fiscalía o incluso por su aspecto llegan a ser discriminadas o no se le da la importancia necesaria a su caso dejándolo en un expediente más, esto sin contar las vueltas que las hacen dar para poder aceptar su denuncia.
¿Las mujeres que denuncian violencia mantienen el trámite o declinan?
comenta que se han topado con casos donde las mujeres que denuncian a su agresor, pero al final declinan y ya no quieren dar continuidad al proceso, principalmente por la dependencia económica hacia su agresor.
"Vemos que de las siente que son víctimas, solo tres deciden dar un siguiente paso, pero al final solo una concluye todo el proceso”, explica.
Proyecto Círculo Azul y Rosa tiene como objetivo apoyar y acompañar a mujeres víctimas de violencia, para ayudar a erradicar la violencia de género en todos los sectores de la población, aunque su prioridad son aquellos de mayor vulnerabilidad.
