En la casa de block con techo de lámina de la calle Brisas del Sedeño donde el 21 de agosto de 2021 perdieron la vida Dora Isabel, de 27 años, y cinco de sus seis pequeños hijos, ahora solo queda un altar con seis cruces de madera, flores, veladores y una fotografía con sus caritas sonriendo, que fue colocado ahí para los rosarios que realizaron a un año de la tragedia.
Ese día, durante el impacto del huracán Grace en Xalapa y otros municipios del estado, Rosalinda y su pequeña hija Jimena, estaban en su casa en la colonia Loma Bonita, cuando empezaron a escuchar que llegaban patrullas y ambulancias mientras que gente bajaba a la calle Prolongación Francisco I. Madero de la colonia 21 de marzo.
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Las malas noticias corren, dice, así que minutos después supo que una menor de 7 años de la misma calle y muy cerca de donde ellas se encontraban, también había perdido la vida debido al desgajamiento de tierra que llegó a su vivienda, por las fuertes lluvias. A la fecha, la casa sigue abandonada y con los daños de aquél día.
Hasta ahora, ella como varios vecinos, recuerdan ese 21 de agosto con tristeza, porque esa desgracia conmocionó a toda la ciudad tras la muerte de la niña y los pequeños Kevin, Cristofer, Axel Jair, Alexa y la bebé María Fernanda.
“Es una tristeza la verdad porque sí fue una niña de 7 años la que falleció y los otros niños, a causa del desbordamiento de la tierra que se fue encima de la casa, pero ahorita gracias a Dios ya nos hicieron caso con la obra, se está llevando a cabo y esperemos en Dios ya se pueda pavimentar para que los peligros sean menos y no haya este tipo de casos”.
Narra que ese día y pese a que la lluvia no daba tregua, muchos vecinos acudieron a la vivienda en Francisco I. Madero para poder sacar a la menor con vida, pero no lo lograron. Otro grupo de vecinos hacía lo mismo, pero en la calle Brisas del Sedeño.
“Yo no bajé porque yo vivo hasta allá arriba, pero como fue una mala noticia rápido nos enteramos. Fue algo inevitable, no lo veíamos venir y fue una desgracia, algo triste que nos conmovió a todos”.
Rosalinda, quien va acompañada de su pequeña hija Jimena de 5 años, dice que tiene año y medio viviendo en esa zona, pero nunca antes le había tocado ver una situación similar y espera que no vuelva a repetirse.
María Rufina Jiménez, quien conoció a Dora Isabel y a sus pequeños, rememora que ese día al enterarse de lo ocurrido, acudió a la vivienda en Brisas del Sedeño donde ya había mucha gente ayudando a sacar los cuerpos del derrumbe.
Cuando ella llegó, estaban solo los vecinos trabajando y ayudando, los cuerpos de auxilio llegaron después.
“La gente, los que vimos, recordamos ese día con tristeza porque fallecieron los niños y la mamás y la otra niña que falleció aquí (en la colonia 21 de marzo). Yo un día antes había visto a los niños, platiqué con ellos y sí sentí muy feo al saber que habían muerto, es una cosa muy triste”.
El riesgo sigue y la ayuda no llega
Rufina narra que ese día estaba muy asustada porque su vivienda también está en riesgo en cada lluvia. Tras la tragedia con ambas familias, le pidió a Dios que no pasara por una situación similar y se sintió escuchada.
“También la tierra (del cerro) se fue para abajo y pensé que se podía ir más y con lo que había pasado le estábamos pensando hasta para dormir, pero Diosito nos ayudó y no pasó nada”.
En ese momento, durante los recorridos de la autoridad, personal de la Secretaría del Bienestar se comprometió a ayudarles con recurso económico y la construcción de un muro de contención, pero eso no ha ocurrido.
“No hubo nada, según que nos iban a ayudar con la cosa del muro de contención, pero nunca nos llegó nada, nunca nos dieron la ayuda. Fueron varias personas, no nada más yo, las que vivimos en lugares de riesgo, cada lluvia es una preocupación”.
A un año del impacto de Grace insiste en su llamado para no olvidarse de todas las familias que viven en zonas de vulnerabilidad y que están en la zozobra durante la temporada de lluvias. Explica que, en su caso, requieren de un muro de contención en el Andador Durazno de la colonia Loma Bonita pues su vivienda está en riesgo de desbordarse.
“Que no se olviden de todos nosotros que vivimos en zonas riesgosas porque la verdad, luego dan ayuda en otros lados que ni lo necesitan y aquí la verdad sí lo necesitábamos, pero nunca nos dieron la ayuda, muchas amigas me comentaron que también estaban en lugar riesgoso y nunca les dieron la ayuda”.
Señala que lo único que han recibido son costales para que los llenaran de tierra y de esa forma se protegieran y sostuvieran sus viviendas.
A la espera de apoyo se quedaron también familiares de Dora Isabel. Su cuñada Sonia Moreno, explica que ese día, la casa de su hijo fue afectada pues la parte donde tenía su cocina se “desbarató” y aunque les prometieron ayuda, no llegó. Ante esto, tuvo que hacer su propio muro de contención para evitar riesgos.
“Yo ese día no lo quiero ni recordar, estábamos todos durmiendo, fue en la mañana, y ahorita estamos en los rosarios, es el cabo de año, se levantan las cruces y este domingo se llevan al panteón”.
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Agrega que con su hermano Adán, esposo de Dora Isabel y padre de los cinco menores que fallecieron, perdió contacto, pero ella con ayuda de algunos vecinos y otros de sus hermanos han logrado organizarse para los rosarios y el “cabo de año”.
Sonia tiene 10 años de vivir en la misma zona, justo junto a la vivienda donde estaba Dora Isabel y sus seis hijitos. Ese 21 de agosto fue trágico y doloroso, hoy solo queda el recuerdo, tristeza, temor y deseo que un caso así no se vuelva a repetir.
Los daños
Dos semanas después de esa fecha, autoridades federales señalaron que el saldo de daños en Veracruz tras el paso del huracán Grace fue de ocho personas fallecidas, 28 municipios afectados, así como mil 803 localidades y 45 mil 361 viviendas dañadas.
La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, reconoció que Grace ha sido el huracán más poderoso que ha tocado el estado de Veracruz.
Así, fueron 45 mil 361 viviendas, 546 derrumbes o deslaves, 56 vías de comunicación, 52 corrientes desbordadas, 456 mil 800 usuarios afectados por el servicio eléctrico y 80 puentes solo en el estado de Veracruz.
Entre los municipios con más daños estuvo de Papantla, Espinal, Tuxpan, Poza Rica, Tlapacoyan, Tihuatlán, Coatzintla, Jilotepec, Martínez de la Torre, Tecolutla, Coxquihui, Gutiérrez Zamora, Platón Sánchez, Chiconquiaco, Huayacocotla, Perote, Coatepec y Xalapa.
Grace dejó como saldo ocho personas muertas de las cuales seis eran menores de edad, siete fueron en Xalapa y uno más en Poza Rica cuando transitaba por la calle y un domo se le vino encima.
Nota publicada en Diario de Xalapa