La gastronomía mexicana se caracteriza por el uso de ingredientes y utensilios de la época prehispánica y el molcajete es uno de ellos.
Las primeras plantas que se domesticaron en México fueron el chile y el maíz, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, de hecho, historiadores aseguran que los instrumentos de molienda como el molcajete y el metate, aparecieron en entre 7000 y 5000 años a.C.
¿Qué es un molcajete?
“El molcajete es un mortero de piedra con tres patas cortas. Un muñón de piedra, conocido también como texolotl, mano o pilón” sirve para machacar los ingredientes que normalmente se utilizan para preparar una salsa.
Está hecho artesanalmente con piedra porosa o volcánica que a su vez otorga cierto sabor mineral a las salsas; razón por la que es de los utensilios más utilizados de toda la gastronomía tradicional mexicana.
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Proviene del náhuatl Mollicaxtli y Temolcaxtli que significa “Cajete para salsa” o “cajete de piedra para el mole”.
¿Dónde realizan los mejores molcajetes de México?
La piedra volcánica con la que se hacen los molcajetes en su mayoría de las ocasiones proviene del pueblo de San Lucas Evangelista en Tlajomulco, Jalisco. Pero también se elaboran en Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Puebla y el Estado de México.
Un molcajete, de acuerdo con artesanos, tarda de 4 a 6 horas en elaborarse, desde elegir la piedra perfecta para moldear hasta el acabado final. Algunos de ellos son personalizados con la figura de un cerdito o con nombres.
¿Cuál es la diferencia entre un molcajete de piedra y uno de cemento?
El molcajete de piedra no solo es un elemento más de tu cocina, sino que está realizado por manos de artesanos que cuidaron cada aspecto para poder comercializarlo, no es tóxico y aporta minerales a tu comida o salsa, además su estructura áspera ayuda a moler con mayor facilidad los ingredientes.
Por el contrario un molcajete elaborado con cemento no es natural, es tóxico a causa de los álcalis y regularmente son cadenas comerciales las que lo distribuyen, además su color es ligeramente más gris debido al cemento.
En la región centro de Veracruz, cocineras, artesanas, propietarias de negocios de comida y más aún utilizan este método con molcajete para hacer una buena “salsa martajada” que le da el toque de sabor único a cualquier guiso, pues no hay licuadora que lo iguale hasta el día de hoy.
