/ martes 25 de agosto de 2020

La educación y su futuro incierto

Las autoridades educativas anunciaron que el ciclo escolar 2020-2021, que inició ayer para 30 millones de estudiantes que tomarán clases de kínder, primaria, secundaria y preparatoria, se dio como resultado de un acuerdo histórico, pues se unen la televisión pública y privada, así como la radio, para llevar la enseñanza a todos los rincones del país.

El INE también se sumó y negoció con todos los partidos políticos para que se suspendieran los promocionales a los que tienen derecho en los canales de televisión, lo que adquiere relevancia porque también en unos días arrancará el proceso electoral federal 2021 y no habrá spots partidistas en los canales educativos.

Quisiera ser optimista y sumarme a las celebraciones oficiales que se han dado respecto a ello, pero me asalta un gran número de inquietudes y dudas, simplemente porque el trabajo cotidiano en las aulas, el trato directo y afectivo entre maestros y alumnos, no creo pueda ser remplazado por la enseñanza virtual y tampoco creo que los niños de las rancherías, comunidades y demás zonas marginadas, encuentren las mismas condiciones que encontrarán los niños de las zonas urbanas.

Por mi trabajo legislativo de contacto con la ciudadanía sé perfectamente de lo que estoy hablando, un gran número de zonas marginadas carece de energía eléctrica, por lo tanto no tienen televisores y en otros casos, donde sí existe este servicio, la señal es deficiente o mala, inclusive no hay tampoco servicio de telefonía celular ni internet.

En un país tan diverso como el nuestro, hubiera apoyado mucho que la enseñanza estuviera soportada con mejores contenidos y materiales regionales, pues en esta situación anormal, una educación global, universal para todos quizá no sea lo que se requiera.

Da la impresión de que, tomando el ejemplo de la pandemia, se le está dejando el problema a las familias y a los maestros mexicanos. Vea usted las recomendaciones que hizo el titular de la Secretaría de Educación un día antes del inicio del ciclo escolar:

“Es muy importante que a partir de mañana diseñen un horario formal, que respeten y lo sigan con toda seriedad, como si realmente estuvieran en la escuela”.

“Procurar un espacio físico para poder estudiar, ya sea en una mesa, escritorio o las herramientas que cada familia pueda proveer”.

“Sabemos que hay muchas obligaciones, hay que salir a trabajar, pero en la medida de lo posible hay que acompañar en sus estudios a los niños, si no saben la materia no se preocupen, se trata de darles amor, cariño”.

Por último, recomendó mantener una comunicación constante con el docente.

¿Algo más?

He escuchado a mucha gente decir que el futuro del país está en la educación y comparto esa idea, también he escuchado decir que la educación es tarea de Estado y de la sociedad toda, lo cual también comparto.

Pero no perdamos de vista que estamos en esta encrucijada educativa por la pandemia del Covid-19, la cual no tiene para cuándo resolverse y, por el contrario, se ha significado por el incremento diario en el número de contagios y fallecimientos, pandemia que careció de expertos para controlarla y sobre todo, para direccionar y orientar debidamente a las familias mexicanas. Pandemia que continúa y no para.

La salud es cosa seria y la educación igual, o más seria, pero parece que no se dan cuenta de ello.

Alguien declaró hace dos días: “Se terminaron las vacaciones, mañana a clases por televisión”.

¿De verás estaban de vacaciones las familias mexicanas confinadas en sus casas?

Quisiera ser altamente propositivo, pero veo incierto el futuro de la educación, la ventaja es que a López-Gatell ya le dieron más trabajo… en salud.

Las autoridades educativas anunciaron que el ciclo escolar 2020-2021, que inició ayer para 30 millones de estudiantes que tomarán clases de kínder, primaria, secundaria y preparatoria, se dio como resultado de un acuerdo histórico, pues se unen la televisión pública y privada, así como la radio, para llevar la enseñanza a todos los rincones del país.

El INE también se sumó y negoció con todos los partidos políticos para que se suspendieran los promocionales a los que tienen derecho en los canales de televisión, lo que adquiere relevancia porque también en unos días arrancará el proceso electoral federal 2021 y no habrá spots partidistas en los canales educativos.

Quisiera ser optimista y sumarme a las celebraciones oficiales que se han dado respecto a ello, pero me asalta un gran número de inquietudes y dudas, simplemente porque el trabajo cotidiano en las aulas, el trato directo y afectivo entre maestros y alumnos, no creo pueda ser remplazado por la enseñanza virtual y tampoco creo que los niños de las rancherías, comunidades y demás zonas marginadas, encuentren las mismas condiciones que encontrarán los niños de las zonas urbanas.

Por mi trabajo legislativo de contacto con la ciudadanía sé perfectamente de lo que estoy hablando, un gran número de zonas marginadas carece de energía eléctrica, por lo tanto no tienen televisores y en otros casos, donde sí existe este servicio, la señal es deficiente o mala, inclusive no hay tampoco servicio de telefonía celular ni internet.

En un país tan diverso como el nuestro, hubiera apoyado mucho que la enseñanza estuviera soportada con mejores contenidos y materiales regionales, pues en esta situación anormal, una educación global, universal para todos quizá no sea lo que se requiera.

Da la impresión de que, tomando el ejemplo de la pandemia, se le está dejando el problema a las familias y a los maestros mexicanos. Vea usted las recomendaciones que hizo el titular de la Secretaría de Educación un día antes del inicio del ciclo escolar:

“Es muy importante que a partir de mañana diseñen un horario formal, que respeten y lo sigan con toda seriedad, como si realmente estuvieran en la escuela”.

“Procurar un espacio físico para poder estudiar, ya sea en una mesa, escritorio o las herramientas que cada familia pueda proveer”.

“Sabemos que hay muchas obligaciones, hay que salir a trabajar, pero en la medida de lo posible hay que acompañar en sus estudios a los niños, si no saben la materia no se preocupen, se trata de darles amor, cariño”.

Por último, recomendó mantener una comunicación constante con el docente.

¿Algo más?

He escuchado a mucha gente decir que el futuro del país está en la educación y comparto esa idea, también he escuchado decir que la educación es tarea de Estado y de la sociedad toda, lo cual también comparto.

Pero no perdamos de vista que estamos en esta encrucijada educativa por la pandemia del Covid-19, la cual no tiene para cuándo resolverse y, por el contrario, se ha significado por el incremento diario en el número de contagios y fallecimientos, pandemia que careció de expertos para controlarla y sobre todo, para direccionar y orientar debidamente a las familias mexicanas. Pandemia que continúa y no para.

La salud es cosa seria y la educación igual, o más seria, pero parece que no se dan cuenta de ello.

Alguien declaró hace dos días: “Se terminaron las vacaciones, mañana a clases por televisión”.

¿De verás estaban de vacaciones las familias mexicanas confinadas en sus casas?

Quisiera ser altamente propositivo, pero veo incierto el futuro de la educación, la ventaja es que a López-Gatell ya le dieron más trabajo… en salud.