/ sábado 30 de septiembre de 2023

Es Eric

Es difícil conocer lo que no se ha recorrido, el conocimiento requiere necesariamente que los sentidos experimenten la presencia de lo que se aspira a ser amado. En estos tiempos de transformación no se puede caer en el error de gobernar sin amar al pueblo, la única manera de amar al pueblo es conociéndolo y la única forma de conocerlo es recorriéndolo, es una dinámica sencilla; el Presidente la hizo en su momento al recorrer el país hasta en tres ocasiones, a sus más de dos mil 400 municipios, uno por uno.

No podemos esperar menos de quien desea gobernar un estado, ¿no le parece? No nos merecemos menos, ya que hemos evolucionado en una conciencia política, es decir, el ciudadano ha hecho lo propio en esta revolución pacífica de la conciencia, justo es entonces que el político o política haga también lo mismo. Por lo tanto, no debería ni siquiera aspirar a gobernar nadie que no haya recorrido cabalmente cada uno de los municipios de un estado, no es ético, puede haber derecho a hacerlo, pero no legitimación en la aspiración, en el entendido de que se requiere amar lo que se va a gobernar, y solo se puede amar lo que se conoce, de no ser así, no es moral hacerlo en este tiempo de la Cuarta Transformación, ya que el líder más poderoso de los últimos años lo hizo, los demás tendrían que hacerlo por un compromiso elemental con lo que ya está cimentado y forma parte de un manual de principios básicos de gobernanza.

Así como en los tiempos del PRI, PAN Y PRD era necesario ser corrupto, mentiroso, doble moral, tramposo, hoy, por el contrario, quien aspire a gobernar el pueblo bajo las siglas de la coalición Juntos Hacemos Historia, tendrá que conocer el pueblo para tener una base concreta de amor por el mismo, y con esto un sentido humanista que le dé la posibilidad de un gobierno que nazca y termine en el líder más importante de todo gobierno: el pueblo.

En el estado de Veracruz ha comenzado un proceso de sucesión, y es de capital importancia que elijamos de la forma más diligente, en reflexión y conciencia, recordemos que la Cuarta Transformación no obtuvo la victoria total hasta que no se ganó el estado de Veracruz, el padrón electoral más importante solo después del Estado de México y Nuevo León, es porcentualmente el bastión más importante del movimiento, y requiere de una figura que represente precisamente los valores más arraigados y radicales del fenómeno social más importante de toda Latinoamérica en los últimos 40 años. No tiene que haber lugar para tibiezas ni robaleos, mucho menos para vulgares ambiciosos, ya que está de por medio el futuro de un estado y una nación. Por lo tanto, firmes y claros con quien representa la esencia de la transformación, con quien posee los valores de este movimiento de forma muy precisa. Existe un momento en la historia de todo movimiento donde se tiene que ser abiertamente radical para defender este movimiento, y es precisamente este momento, por eso requerimos que la sucesión en Veracruz sea para el más moreno de los morenos, ¡sí!, para el maestro Eric Cisneros.

*Diputado federal. Morena

Es difícil conocer lo que no se ha recorrido, el conocimiento requiere necesariamente que los sentidos experimenten la presencia de lo que se aspira a ser amado. En estos tiempos de transformación no se puede caer en el error de gobernar sin amar al pueblo, la única manera de amar al pueblo es conociéndolo y la única forma de conocerlo es recorriéndolo, es una dinámica sencilla; el Presidente la hizo en su momento al recorrer el país hasta en tres ocasiones, a sus más de dos mil 400 municipios, uno por uno.

No podemos esperar menos de quien desea gobernar un estado, ¿no le parece? No nos merecemos menos, ya que hemos evolucionado en una conciencia política, es decir, el ciudadano ha hecho lo propio en esta revolución pacífica de la conciencia, justo es entonces que el político o política haga también lo mismo. Por lo tanto, no debería ni siquiera aspirar a gobernar nadie que no haya recorrido cabalmente cada uno de los municipios de un estado, no es ético, puede haber derecho a hacerlo, pero no legitimación en la aspiración, en el entendido de que se requiere amar lo que se va a gobernar, y solo se puede amar lo que se conoce, de no ser así, no es moral hacerlo en este tiempo de la Cuarta Transformación, ya que el líder más poderoso de los últimos años lo hizo, los demás tendrían que hacerlo por un compromiso elemental con lo que ya está cimentado y forma parte de un manual de principios básicos de gobernanza.

Así como en los tiempos del PRI, PAN Y PRD era necesario ser corrupto, mentiroso, doble moral, tramposo, hoy, por el contrario, quien aspire a gobernar el pueblo bajo las siglas de la coalición Juntos Hacemos Historia, tendrá que conocer el pueblo para tener una base concreta de amor por el mismo, y con esto un sentido humanista que le dé la posibilidad de un gobierno que nazca y termine en el líder más importante de todo gobierno: el pueblo.

En el estado de Veracruz ha comenzado un proceso de sucesión, y es de capital importancia que elijamos de la forma más diligente, en reflexión y conciencia, recordemos que la Cuarta Transformación no obtuvo la victoria total hasta que no se ganó el estado de Veracruz, el padrón electoral más importante solo después del Estado de México y Nuevo León, es porcentualmente el bastión más importante del movimiento, y requiere de una figura que represente precisamente los valores más arraigados y radicales del fenómeno social más importante de toda Latinoamérica en los últimos 40 años. No tiene que haber lugar para tibiezas ni robaleos, mucho menos para vulgares ambiciosos, ya que está de por medio el futuro de un estado y una nación. Por lo tanto, firmes y claros con quien representa la esencia de la transformación, con quien posee los valores de este movimiento de forma muy precisa. Existe un momento en la historia de todo movimiento donde se tiene que ser abiertamente radical para defender este movimiento, y es precisamente este momento, por eso requerimos que la sucesión en Veracruz sea para el más moreno de los morenos, ¡sí!, para el maestro Eric Cisneros.

*Diputado federal. Morena