/ sábado 9 de marzo de 2024

La evolución

El pasado primero de marzo, nuestro pueblo, en su corazón, que es el Zócalo de la Ciudad de México, fue parte de un momento si bien histórico y emotivo, también lo fue de una alta carga de congruencia, continuidad y reforzamiento de la transformación de la vida pública de este noble país.

En los momentos en los que la sociedad mexicana disfruta de un máximo nivel de conciencia y politización en todo sentido, se celebró no solo un mitin político, sino que se llevó a cabo la primera expresión en legítima aspiración para que una mujer de izquierda, consecuente y progresista, camine con rumbo a la Presidencia de la República por primera vez, después de 200 años de existencia de nuestro país.

El hecho en sí, no es menor por ningún lado por donde se le aprecie. Primera de las cuatro transformaciones que reivindica y permite a una mujer acceder al cargo de mayor responsabilidad de México, el momento histórico que ha sido debidamente delineado, por los liderazgos que al paso del tiempo serán emblemáticos y eternos en nuestra historia.

La circunstancia en la que se da tanto la sucesión como la designación y aceptación de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, ha permitido que precisamente ese día y lugar, se comience a construir una segunda etapa de la transformación, que si bien es cierto es una continuidad, la realidad es que la propia candidata en su mística y existencia comenzó a darle una identidad propia, que por un lado respeta los postulados fijados por el presidente López Obrador, pero por otro también ella inicia muy bien otorgándole identidad histórica propia a la etapa que estará encabezando.

Eso de suyo es un gran acierto histórico, tomando en cuenta que muchos liderazgos dentro del movimiento han querido imitar las formas del Presidente, sin entender que esta transformación es de esencia y no de apariencia. La manera en que se celebra la sucesión, está siendo exitosa en todo sentido, en sus expresiones la doctora Claudia, reconoce y se cobija en estos primeros 6 años de cimentación, se reconoce dentro de ellos, pero también eleva sus miras, escribe su propia historia, mejora lo hecho y con firmeza incluso marca diferencias, que son sanas en cualquier movimiento social y político que busca el bienestar de la ciudadanía.

La identidad, subsistencia y existencia del movimiento, seguirán dependiendo del gran liderazgo que representa en sí mismo el pueblo de México, esta circunstancia ayuda a blindar la eficacia del movimiento, en defecto de que algunos de sus protagonistas no entiendan la esencia de la transformación.

Además, la responsabilidad y conciencia histórica de la Dra. Claudia permite augurar sendas de justicia para México y la construcción de un segundo piso, firme, parejo, igualitario, inclusivo en el cual terminará de afianzarse la transformación de la vida pública y se convertirá en un régimen de gobierno exitoso por su eficacia y eficiencia gubernamental, pero sobre todo, por su profundo amor por nuestro querido México, y con esto mostrar la evolución que es capaz de poseer la transformación.

*Diputado federal. Morena

El pasado primero de marzo, nuestro pueblo, en su corazón, que es el Zócalo de la Ciudad de México, fue parte de un momento si bien histórico y emotivo, también lo fue de una alta carga de congruencia, continuidad y reforzamiento de la transformación de la vida pública de este noble país.

En los momentos en los que la sociedad mexicana disfruta de un máximo nivel de conciencia y politización en todo sentido, se celebró no solo un mitin político, sino que se llevó a cabo la primera expresión en legítima aspiración para que una mujer de izquierda, consecuente y progresista, camine con rumbo a la Presidencia de la República por primera vez, después de 200 años de existencia de nuestro país.

El hecho en sí, no es menor por ningún lado por donde se le aprecie. Primera de las cuatro transformaciones que reivindica y permite a una mujer acceder al cargo de mayor responsabilidad de México, el momento histórico que ha sido debidamente delineado, por los liderazgos que al paso del tiempo serán emblemáticos y eternos en nuestra historia.

La circunstancia en la que se da tanto la sucesión como la designación y aceptación de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, ha permitido que precisamente ese día y lugar, se comience a construir una segunda etapa de la transformación, que si bien es cierto es una continuidad, la realidad es que la propia candidata en su mística y existencia comenzó a darle una identidad propia, que por un lado respeta los postulados fijados por el presidente López Obrador, pero por otro también ella inicia muy bien otorgándole identidad histórica propia a la etapa que estará encabezando.

Eso de suyo es un gran acierto histórico, tomando en cuenta que muchos liderazgos dentro del movimiento han querido imitar las formas del Presidente, sin entender que esta transformación es de esencia y no de apariencia. La manera en que se celebra la sucesión, está siendo exitosa en todo sentido, en sus expresiones la doctora Claudia, reconoce y se cobija en estos primeros 6 años de cimentación, se reconoce dentro de ellos, pero también eleva sus miras, escribe su propia historia, mejora lo hecho y con firmeza incluso marca diferencias, que son sanas en cualquier movimiento social y político que busca el bienestar de la ciudadanía.

La identidad, subsistencia y existencia del movimiento, seguirán dependiendo del gran liderazgo que representa en sí mismo el pueblo de México, esta circunstancia ayuda a blindar la eficacia del movimiento, en defecto de que algunos de sus protagonistas no entiendan la esencia de la transformación.

Además, la responsabilidad y conciencia histórica de la Dra. Claudia permite augurar sendas de justicia para México y la construcción de un segundo piso, firme, parejo, igualitario, inclusivo en el cual terminará de afianzarse la transformación de la vida pública y se convertirá en un régimen de gobierno exitoso por su eficacia y eficiencia gubernamental, pero sobre todo, por su profundo amor por nuestro querido México, y con esto mostrar la evolución que es capaz de poseer la transformación.

*Diputado federal. Morena